CRÓNICA

El socialista ourensano al que una letra le salvó la vida

A Secundino Couto, el último alcalde de la República en Ponte Canedo, le estuvieron siguiendo la pista en los años más duros, pero un misterioso error en su apellido, que aparecía como "Conto", lo salvó

Es uno de los luchadores republicanos y masónicos que consiguió resistir a los fusilamientos. Lo hizo por los pelos. A  Secundino Couto Solla, las fuerzas represoras del franquismo lo buscaron durante años como Secundino "Conto". Y esa fue su salvación. Ayer, su familia carnal y su familia política quisieron rendirle un emocionante homenaje a este ourensano de adopción del que poco se sabe. 

Secundino Couto fue el último alcalde de la República en el ya extinto Concello de Ponte Canedo. Nació en 1973 en Mourente (Pontevedra), pero se calcula que en 1895, con apenas 22 años ya estaba instalado en la provincia de Ourense. Y ahí, empezó su militancia en el socialismo. Así lo intentan poner de manifiesto en un libro Francisco Javier Quintas, secretario provincial del PSOE de Memoria Histórica, y la nieta de Secundino, Hilde Couto. 

"Non hai moitos datos sobre a súa vida. A súa neta foi recopilando información da familia e todo o que escoitaba sobre el, ela non chegou a coñecelo en persoa", dice Quintas. 

La vida que relatan es la de un auténtico superviviente que contribuyó al desarrollo de Ponte Canedo en la época de preguerra. El PSOE de Ourense quiere ensalzar su nombre ante un personaje importante al que se le ha relegado a figura "nunha pequena rúa da Ponte", como aseguró Rafa Villarino, el secretario provincial de la formación socialista. 

Su perfil era el de un firme candidato a acabar en el paredón en el que tantos amigos suyos perdieron la vida. Masón, socialista, republicano y cercano al galeguismo.  Un despiste le salvó. No lo juzgaron por masón hasta los años 50, cuando ya sobrepasaba los 80 años. Pese a que lo condenaron, debido a su elevada edad, pudo vivir libre sus últimas alegrías. Incluso pudo reencontrarse con su hijo, que heredó su ideología y tuvo que exiliarse a México para evitar problemas. 

El "misterioso" error de transcripción de su nombre por parte del Tribunal de Represión del Comunismo y la Masonería lo salvó. Eso y que, acertadamente, estaba adscrito a una Logia masónica de Barcelona y no a la de Ourense, lo que complicó su búsqueda.  "Iso contribuíu a dilatar o tempo mentres o buscaba para xulgalo por masón.  Cando xulgaron aos seus compañeiros foi nos primeiros anos do franquismo, onde eran máis duros, mentres que el tivo algo máis de sorte", indica Quintas. 

Fue nombrado secretario del PSOE de Ourense en 1899 por el propio Pablo Iglesias, apenas cuatro años después de instalarse en la provincia. Duró en el cargo hasta 1906, poco antes de casarse. Ahí, se centró en negocios y familia, en la ciudad. Pero regresó, ya en 1930 y fuera del PSOE, "comprometido coa esquerda e o republicanismo", asegura Villarino.  Fue alcalde de Canedo durante hasta el estallido de la guerra civil y dejó un gran legado. "Fixo 10 escolas, incrementou o número de médicos e ata instaloui un servizo veterinario", recordó ayer Quintas. 


Socialdemócrata y cercano a la causa del galleguismo


Couto siguió prácticamente todas las causas que disgustaban a Franco y, pese a ello, se salvó. Apoyó el Estatuto de Autonomía que creó el movimiento galeguista, aunque nunca llegó a integrarse en este. Y como alcalde, dejó tras de sí aquel proyecto de la que ahora es la Plaza de Abastos de A Ponte, considerada su obra emblemática. Llegó a Ourense como cantero de profesión  y también dirigió la Central Obrera a. "Nunca foi comunista, el xa era daquela socialdemócrata", explica el coautor del libro, Francisco Javier Quintas. 

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