La orden religiosa lleva años prestando el servicio municipal, que no interesó a empresas 'laicas'

Sólo las adoratrices optan a gestionar la casa de acogida

Después de que hubiera quedado desierto en una primera convocatoria, el concurso abierto por el Concello para adjudicar la gestión de la casa de acogida a mujeres víctimas de la violencia de género únicamente ha contado con la participación de una sola firma. Curiosamente, la oferta presentada corresponde a la 'Congregación de religiosas adoratrices esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad'.
Precisamente, estas religiosas se han venido encargando del servicio municipal desde hace ya varios años, a través de un convenio con la institución municipal, aunque la labor de esta orden ha estado vinculada desde principios del siglo XX a la atención a mujeres.

Con todo, el procedimiento para la contratación sigue en marcha. La página web del Concello acaba de publicar un anuncio para que se subsanen algunas cuestiones referidas a la documentación presentada por las religiosas para asumir la gestión de este servicio, que continúan prestando hasta que el concurso no esté cerrado. Entre otras cuestiones, el anuncio afirma que se pedirá informe al Centro municipal de Información á Muller para que acredite la solvencia técnica de la oferta presentada.


EL PROCEDIMIENTO

El Concello sacó en su día a concurso la gestión de la casa de acogida por la obligación legal de adjudicarla mediante concurso y no a través de convenios como venía sucediendo hasta el momento. Aunque tanto desde el propio gobierno municipal como desde la oposición (el BNG) se mostró la preferencia por que la gestión estuviese en manos 'laicas', lo cierto es que ni la primera convocatoria, que quedó desierta, ni la segunda logró atraer a ninguna empresa.

Y ello a pesar de que el Concello varió los requisitos para hacer más atractiva la gestión. Así, aunque el presupuesto anual se mantiene en los 90.000 euros del primer procedimiento, en esta ocasión se ha reducido considerablemente el número de plazas a atender, pasando de las 25 de la primera convocatoria a 15 de la actual. La concejala del área, Marga Martín, asegura que ninguna mujer quedará sin atender por falta de plazas.

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