Entrevista

Iván, de Masterchef: “En Galicia somos la despensa del mundo, hemos de dar más valor a nuestros productos"

Iván Mariñas, en la batalla final de "MasterChef", emitida este lunes.
photo_camera Iván Mariñas, en la batalla final de "MasterChef", emitida este lunes.
El coruñés afincado en Ourense repasa su paso por el concurso

Aunque puso toda la carne en el asador –nunca mejor dicho–, Iván Mariñas no alcanzó el oro de "MasterChef". El coruñés, afincado en Ourense –es entrenador personal de BeOne Progreso–, disfrutó de la batalla final del concurso e hizo disfrutar al jurado y a la audiencia con un menú tributo a Galicia. Sus compañeros, Ana y Andy, se llevaron el primer y segundo puesto, respectivamente, pero Mariñas no defraudó. "El plato está impecable", le dijo Joan Roca, chef de El Celler de Can Roca y uno de los mejores cocineros del mundo. Su creación dejó claro el aprendizaje adquirido durante los cuatro meses de formación, sin olvidarse de sus raíces. "Quería que supieseis de donde vengo", afirmó el gallego al inicio de la cata. 

Ahora, desde casa, intenta desconectar antes de formarse ocho semanas en el Basque Culinary Center, el primer centro de formación culinaria en España. Del futuro después, ya se verá. "Por ahora estoy abierto a todo", resalta.

Pregunta de rigor: ¿qué sabor tiene ese tercer puesto en MasterChef?

Tiene un sabor agridulce, cuanto menos. La verdad es que en todo momento trabajé, luché y estuve al lío para ganar, fue mi pretensión desde el minuto uno, como hago todas las cosas. Cuando pones el listón en el primer puesto y te quedas en el tercero es agridulce, pero intento ver las cosas con optimismo, con deportividad. Estoy muy contento con mi proyección personal en cuanto a quién soy y cómo soy. 

Las críticas de su menú fueron muy positivas, Joan Roca lo felicitó varias veces.

Yo vi a Joan Roca muchísimo más empático hacia mi cocina que hacia la de mis compañeros, la verdad. En todo momento habló de la originalidad del menú, del consenso de mi tierra y mi honestidad a la hora de presentar todo tipo de elaboraciones muy atrevidas, y creo que se vio claramente su empatía y sus ganas de que ganase. Que el mejor cocinero del mundo, con el mejor "garito" del mundo, te diga ese tipo de cosas, se fije en ti, es un orgullo. 

El helado de castaña, homenaje a Ourense, le gustó especialmente.

Dijo que el helado de castaña estaba súper conseguido, que era muy complicado. Viajó con el plato de Tailandia, le gustaba mucho el consenso de las navajas, dijo que era súper original. Estuve metiendo todo producto gallego, entendiendo que tenemos una materia prima fuera de lo común, y que tenemos que darle más valor.

¿Tenía claro que su menú final iba a tener tanto de Galicia?

Lo tenía claro desde el principio. Siempre he intentado, incluso en mi casa, antes de entrar en MasterChef, reubicar recetas que me gustan y hacerles pequeños cambios con producto local. Y siempre quise poner en valor lo que tenemos en Galicia. Tú te vas a cualquier restaurante de Madrid y tienen entrecot de Ternera Gallega, navajas de Fisterra… Vamos a ver, ¿que todo el mundo viene a Galicia a llevarse las cosas y las hace allí mejor? No, las podemos hacer aquí también. Estamos hablando de kilómetro cero, de producto local, de cercanía, tenemos la despensa del mundo. ¿Por qué no vamos a hacer ruido?

El jurado destacó su honestidad, su garra. ¿Está de acuerdo con las valoraciones?

Totalmente, es en lo que realmente estoy totalmente orgulloso, en que lo que se ve de mí es lo que soy. Soy una persona muy papá, muy protector, con mucho carácter, muy luchador, con las cosas muy claras. Uno tiene que saber que no le regalan nunca nada y que las cosas saben muchísimo más cuando las luchas mucho. Es mi forma de ser, soy muy trabajador, creo que es algo genético de los gallegos, y disfruto mucho de la gente, de mis amigos, de mi familia. 

¿Se lleva más recetas que las culinarias?

Tú te vas a "MasterChef" con casi ya 40 años, con la vida asentada, siendo entrenador personal, con una cartera de alumnos muy estable, contento con tu trabajo y con tu vida y te metes en una aventura, dejando cosas a un lado. Al llegar allí te encuentras con que tienes que lidiar con 16 personas más, tener un teléfono 15 minutos a la semana… Eso no lo habías pensado, pero te hace más fuerte. 

Se confinó en “MasterChef".

Fue muy duro en todos los sentidos, muy complicado. Me volqué un montón en la cocina para mitigar ese malestar de no poder estar con los míos en un momento tan difícil. Además, me ayudó a curarme el dedo, que lo tenía tajado de la prueba anterior. Si tuviese que seguir cocinando en esas condiciones era muy posible que tuviese que parar porque tenía muy mala pinta. También tuve la gran fortuna de que el grueso de la casa estaba conmigo, la gente que se apoyó  mucho en mí, lo que me hizo sentir importante. Se crean lazos y amistades muy fuertes y también estoy contento por eso. 

¿Ahora tocan vacaciones?

Estoy a la espera de que me confirmen fechas del curso, y tengo claro que tengo que descansar, pero la cabeza no descansa. Intentas moverte un poco hacia donde puedan venir las oportunidades, escuchar ofertas, pensar también cómo se puede seguir metido en mi trabajo de entrenador personal, para el que estoy formado. Decirte que quiero montar un restaurante sería la ostia pero la gran mayoría está al 50%, con sus cocineros en ERTE. Hay que saber un poco dónde estamos, hacer el curso y a partir de ahí, con toda la ilusión del mundo, asumir los proyectos que vengan. Con la capacidad de trabajo que tengo, no me da miedo. 

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