Sospechas de pucherazo para las primarias sacuden el PSOE en Ourense

La polémica sobrevuela la renovación de los órganos de dirección del PSOE de la ciudad de Ourense, que estaba prevista para este próximo fin de semana en una asamblea extraordinaria de la agrupación local. Según ha podido saber este periódico tras acceder a distinta documentación interna del partido, en las últimas horas están creciendo las dudas sobre que el proceso se pueda desarrollar con normalidad, y son muchas las voces que hablan incluso de un posible “pucherazo” (pergeñado por la cúpula gallega del partido) en la esperada votación para elegir la nueva ejecutiva local, ya que aunque hasta el momento únicamente ha trascendido la candidatura del concejal en la ciudad Xosé Rúas, en el partido se da por descontado que habrá otra lista enfrente, emulando así lo sucedido tanto en el proceso autonómico (Valentín González Formoso y Gonzalo Caballero) como en el provincial (Rafael Rodríguez Villarino y Alfredo García). Las razones de los militantes que consideran que ha habido una alteración de cara al procedimiento orgánico se explican tras la adopción de unas nuevas bases para la convocatoria de las asambleas en aquellas agrupaciones regidas por una comisión gestora -como es el caso de la de Ourense-, a apenas unos días de la fecha límite (7 de marzo) fijada hasta ahora para renovar las ejecutivas municipales. En estas reglas no solo se cambia el plazo para celebrar las votaciones (que ahora deben ser entre el 7 y el 18 de marzo), sino que también se toma como referencia, “de forma excepcional”, la fecha del 1 de febrero para cerrar el censo de militantes con derecho a voto, cuando hasta ahora solo podían participar aquellos que estaban afiliados antes del 17 de diciembre, los mismos que pudieron participar en las primarias provinciales. Alteraciones Ese documento salió adelante después de que el secretario de Organización del PSOE a nivel estatal, Santos Cerdán, diese el visto bueno a una solicitud efectuada por José Manuel Lage Tuñas -mano derecha del líder del PSdeG, Valentín González Formoso- de “una excepcionalidad” en el cierre del censo en las agrupaciones con gestora, entendiendo Ferraz, tras analizar la situación, que mantener el censo del 17 de diciembre “generaría una nueva situación orgánica conflictiva”, por lo que ve “razonable” que puedan participar todos aquellos afiliados que se hayan sumado al partido antes del 1 de febrero. Ese cambio en el cierre del censo no es anecdótico, sino que podría ser decisivo en el resultado, ya que en enero se tramitaron alrededor de un centenar de nuevas altas con el objetivo de que pudiesen participar en las primarias para renovar la ejecutiva local de Ourense -hay que recordar que en el último duelo entre Rafael Villarino y Alfredo García (más próximo a Formoso) la diferencia en la ciudad fue de 90 votos-. Pero se da la circunstancia de que la intranet del partido para el procedimiento de registro de afiliados situaba esas altas como solicitadas en julio. Ante esto, a petición de la gestora del PSOE en la ciudad, el Departamento de Atención al Militante y la Ciudadanía de Ferraz, resolvía el 15 de febrero que “se habían detectado errores en la grabación de las citadas solicitudes” y que se procedería a la corrección, reiterando que el censo válido era el que se cerraba el 17 de diciembre. Sin embargo, apenas dos semanas después, el 28 de febrero, llegaba también desde Ferraz la resolución de Santos Cerdán autorizando “excepcionalmente” las bases específicas para agrupaciones con gestora, abriendo la puerta así a que esos nuevos afiliados sí pudiesen participar al aparecer su inscripción registrada durante el mes de enero. Todo esto empezó a correr como la pólvora entre la militancia socialista, viendo aquellos próximos a Rúas -que rehusó por el momento hacer declaraciones tras ser preguntado sobre lo sucedido- y la actual dirección provincial una maniobra de la cúpula autonómica para incrementar las opciones de que un candidato afín pueda hacerse con el mando de la agrupación de la ciudad. Asimismo, el revuelo traspasa las fronteras ourensanas y amenaza con tambalear la dirección gallega, dado que pese a figurar como solicitante de los cambios “la comisión ejecutiva”, nunca se ha debatido nada sobre esta cuestión en ese órgano, sino que ha sido una decisión tomada por Lage con el beneplácito de Formoso. El enfado es mayúsculo en varios miembros ourensanos de esa ejecutiva y nadie descarta que se produzcan dimisiones en los próximos días. Los efectos del terremoto que se acaba de iniciar son todavía impredecibles.