La CEO ha elaborado un proyecto que mejoraría la movilidad urbana y crearía amplias zonas verdes y deportivas

Soterrar el AVE permitiría articular la ciudad mediante un gran bulevar

Aspecto de las vías de la estación Empalme, que mantiene dividida la ciudad. (Foto: Miguel Angel)
La ciudad no puede dejar pasar la oportunidad que se presenta con la llegada del AVE para lograr la mejor integración posible. Fue ésta la premisa que defendió la Confederación de Empresarios de Ourense (CEO) en su última asamblea, en la que la organización reafirmó su intención de continuar trabajando por este objetivo y, además, dio a conocer la propuesta planteada por el grupo de trabajo constituido al efecto. En la sesión se presentó en privado el diseño de ese proyecto, que ahora se da a conocer y cuyas claves se pueden ver, en imágenes, en la página siguiente.
La propuesta de la CEO tiene como eje central el soterramiento de las vías del AVE a su paso por la zona urbana (no el de la estación, que permanece en superficie). Esto permitiría aprovechar una gran cantidad de espacio en el Empalme para la futura estación intermodal, manteniendo el edificio actual y construyendo uno nuevo y van en la otra margen (ya que Fomento prevé que sea por el lado más próximo al barrio de Tras Estación por donde pasen las vías de pasajeros). La superficie quedaría liberada (evitando la división actual) y posibilitaría la creación de zonas verdes y áreas dedicadas a aprovechamientos urbanísticos, que contribuirían a financiar la transformación.

La segunda clave del proyecto es la construcción de un bulevar en la ciudad, configurado como una gran arteria que agilizará el tráfico de entrada y salida. Esta avenida tendría su origen en O Pino, pasaría por la estación y, a continuación, se bifurcaría. Uno de los ramales se dirigiría hacia Oira y el puente de Velle (aprovechando el espacio en superficie que se generará si las vías se soterran) y permitiría conectar con el futuro acceso de las autovías de Ponferrada y Lugo. Mientras, el otro ramal se dirigiría hacia el viaducto -que debería ser ensanchado-, As Lagoas, San Francisco y la Residencia, aprovechando el espacio generado por la liberación de la actual línea ferroviaria, y articulando también una avenida que canalice tráfico rodado, peatonal y, además, permita implantar un tranvía en Ourense. Este nuevo transporte sería fundamental para facilitar la movilidad urbana y, continuando hasta el Polígono de San Cibrao, retiraría de la circulación a miles de vehículos que se mueven a diario entre Ourense y el área industrial.

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