CRÓNICA

Soto deja un urbanismo incierto al borde del 24-M

La marcha de Aurea Soto, porque en el grupo municipal dan por hecho que se va, deja pendientes muchos y delicados proyectos de la ciudad, claves para los próximos meses y sometidos ahora a una inseguridad mayor

Independientemente del futuro de la concejala de Urbanismo, lo cierto es que la salida de Aurea Soto del Concello de Ourense dejará en una dificilísima situación al gobierno local,debilitado por la falta de una mayoría que le permita gobernar con holgura y por su propia división interna.

Aurea Soto es un pilar fundamental del equipo que lidera Agustín Fernández en la ciudad, con numerosas responsabilidades a su cargo que incluyen Infraestructuras (que a su vez engloba aguas, saneamiento y alumbrado), servicios generales pero,sobretodo, Urbanismo, precisamente en un momentoenqueelplaneamiento de la ciudad pende de un hilo y en el que hay grandes proyectos en tramitación para el desarrollo termal y de servicios públicos.

Para empezar. Ourense carece de planeamiento en vigor; una ordenanza provisional aprobada por la Xunta palía a duras penas la falta de un auténtico Plan porque aún no se ha aprobado el nuevo documento que sustituya al anulado judicialmente de 2003. El nuevo PXOM ha sido objeto de una aprobación inicial y de una exposición pública, pero quedan múltiples informes técnicos pendientes, su adecuación a las normas de la Confederación Hidrográfica, la resolución de las más de 5.700 alegaciones presentadas y, quizás, una nueva exposición pública, antes de la aprobación provisional.

Además, la normativa provisional,cuya vigencia se dirime también en la vía contenciosa del Tribunal Superior porque acumula cerca de una decena de denuncias (sobre todo de promotores que no vieron incluidos sus terrenos en ella), está muy debilitada, al quedar adscritos suelos privados en la relación de ámbitos que se podrían desarrollar mientras no hubiese un planeamiento nuevo. Una eventual anulación -pues se prevé próxima- bloquearía por completo el urbanismo y ello, con un nuevo edil al cargo que necesitará tiempo para conocer con detalle los entresijos que Soto ya maneja en profundidad, provocaría una situación muy compleja.

Pero hay otras muchas más cuestiones que Soto llevaba directamente de su mano y que deberá asumir ese nuevo concejal o concejala. La edil estaba tramitando actualmente la expropiación en el área de reparto de As Burgas para iniciar el desarrollo termal en el punto más sensible de la ciudad; dirigía el Plan de obras aprobado recientemente por el Concello y hasta se ocupó de tramitar la solicitud a Fomento para lograr el 1,5% cultural del Ministerio con destino a la reforma de la Praza de Abastos, precisamente también dentro del área de reparto que trata de impulsar.

Ninguno de estos asuntos son una cuestión menor. Lo reconocían ayer los grupos de la oposición municipal, a través de sus portavoces,conscientes,dicen,de la delicada situación en la que queda el gobierno local y, como consecuencia, la propia ciudad; pero favorables a la renuncia de la concejala por la acumulación de imputaciones que acumula. Y todo ello a poco más de cuatro meses de unas elecciones municipales quizás más abiertas que nunca a resultados electorales sorprendentes. 

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