El voto electrónico tendrá que esperar. La crisis económica y los escasos resultados han llevado a la Dirección Xeral de Relacións Parlamentarias a desestimar pruebas con nuevos sistemas de votación el próximo 1-M. Es la primera vez en años que no se aprovecha una cita con las urnas para acercar y familiarizar a los ciudadanos con nuevos sistemas como internet o la pantalla táctil.
Las elecciones gallegas han tenido que apretarse el cinturón. Por primera vez, desde hace años, la cita autonómica no contará con una experiencia paralela de voto electrónico. Cada jornada electoral, los electores de uno o dos ayuntamientos podían escoger entre la forma tradicional o probar un nuevo sistema en el que botones y claves sustituyen al sobre con la papeleta. Desde la Dirección Xeral de Relacións Parlamentarias se señala entre los motivos para suspender las pruebas de voto electrónico que se trata de un proceso muy caro, y que los resultados obtenidos hasta el momento no justificaban repetirlo en esta ocasión.
Los sistemas probados hasta ahora eram muy caros, generaban mucho trabajo y escasos resultados, según fuentes de Relacións Parlamentarias, que, además, insisten en que todavía no se han desarrollado lo suficiente para que se puedan implantar a nivel general entre el electorado.
De todos modos, desde la Xunta, se insiste en que los principales motivos para que este año no se realicen pruebas piloto del voto electrónico es que la relación calidad-precio es muy cara y que mientras la legislación no autorice estos dispositivos de voto, los gastos para su uso serán muy grandes.
Tres sistemas Pese a todo, el Congreso de los Diputados ha puesto en marcha una subcomisión para analizar la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, la Loreg, especialmente apremiado por la necesidad de buscar un nuevo sistema para el voto de los emigrantes. El objetivo, instaurar el voto en urna o un sistema de voto electrónico. De momento, las empresas españolas están probando con éxito tres sistemas: la pantalla táctil, la urna electrónica e Internet. Pese a las ventajas de los tres proyectos, desde el Congreso se apuesta por el uso de la red de redes, por su más fácil acceso, así como por la facilidad del sistema y la rapidez en la transmisión de los datos para los votantes que residen fuera de España. Todos estos proyectos ya han sido comprobados en diversos procesos electorales y países. En la actualidad para agilizar el voto existen tres sistemas electrónicos: la urna electrónica, la pantalla táctil e Internet. Según los profesionales, este último sistema es el más adecuado para la diáspora española por su facilidad y agilidad.
LOS TRES SISTEMAS
Un recuento más rápido y ágil a través de nuevas tecnologías
Urna electrónica. Se trata de un escáner óptico que realiza la lectura del voto en el momento que se introduce la papeleta en la máquina. Al cierre de la mesa, la urna electrónica totaliza automáticamente los votos de cada mesa e imprime los resultados. La información queda almacenada en una memoria de respaldo. No existe intervención humana en el proceso de recuento y registro de resultados. Los datos de resultados se transmiten vía red de comunicaciones al Centro de Totalización. Existen dos tipos de urnas electrónicas para procesar diferentes tipos de elecciones: de listas cerradas y de listas abiertas, éstas últimas admiten también listas cerradas.
Pantalla Táctil. Consiste en máquinas de votación con pantalla táctil que presentan menús de selección en pantalla copia exacta de las papeletas electorales. El elector realiza su selección de candidatos/candidaturas en la pantalla táctil, la valida y el sistema formaliza de esta manera el voto electrónico que quedará almacenado en memoria para su totalización en cada mesa y transmisión de resultados al cierre de la jornada electoral.
Internet. Es el sistema más adecuado para facilitar el voto de la diáspora. Cada votante censado dispone de una clave especial de identificación única, que junto con su número de identidad, le dan acceso a las pantallas en donde realiza su selección de candidatos y/o candidaturas por su circunscripción. Estas pantallas son una reproducción exacta de la papeleta electoral correspondiente a dicha circunscripción. El acceso a las pantallas se puede realizar desde cualquier equipo con conexión Internet. La transmisión de los datos al Centro de Totalización se realiza en el momento en el que el votante confirma y acepta los candidatos/candidaturas de su elección. El secreto del voto queda salvaguardado ya que el sistema no vincula ni registra de forma alguna la identificación del elector con el voto emitido.
Los sistemas probados hasta ahora eram muy caros, generaban mucho trabajo y escasos resultados, según fuentes de Relacións Parlamentarias, que, además, insisten en que todavía no se han desarrollado lo suficiente para que se puedan implantar a nivel general entre el electorado.
De todos modos, desde la Xunta, se insiste en que los principales motivos para que este año no se realicen pruebas piloto del voto electrónico es que la relación calidad-precio es muy cara y que mientras la legislación no autorice estos dispositivos de voto, los gastos para su uso serán muy grandes.
Tres sistemas Pese a todo, el Congreso de los Diputados ha puesto en marcha una subcomisión para analizar la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, la Loreg, especialmente apremiado por la necesidad de buscar un nuevo sistema para el voto de los emigrantes. El objetivo, instaurar el voto en urna o un sistema de voto electrónico. De momento, las empresas españolas están probando con éxito tres sistemas: la pantalla táctil, la urna electrónica e Internet. Pese a las ventajas de los tres proyectos, desde el Congreso se apuesta por el uso de la red de redes, por su más fácil acceso, así como por la facilidad del sistema y la rapidez en la transmisión de los datos para los votantes que residen fuera de España. Todos estos proyectos ya han sido comprobados en diversos procesos electorales y países. En la actualidad para agilizar el voto existen tres sistemas electrónicos: la urna electrónica, la pantalla táctil e Internet. Según los profesionales, este último sistema es el más adecuado para la diáspora española por su facilidad y agilidad.
LOS TRES SISTEMAS
Un recuento más rápido y ágil a través de nuevas tecnologías
Urna electrónica. Se trata de un escáner óptico que realiza la lectura del voto en el momento que se introduce la papeleta en la máquina. Al cierre de la mesa, la urna electrónica totaliza automáticamente los votos de cada mesa e imprime los resultados. La información queda almacenada en una memoria de respaldo. No existe intervención humana en el proceso de recuento y registro de resultados. Los datos de resultados se transmiten vía red de comunicaciones al Centro de Totalización. Existen dos tipos de urnas electrónicas para procesar diferentes tipos de elecciones: de listas cerradas y de listas abiertas, éstas últimas admiten también listas cerradas.
Pantalla Táctil. Consiste en máquinas de votación con pantalla táctil que presentan menús de selección en pantalla copia exacta de las papeletas electorales. El elector realiza su selección de candidatos/candidaturas en la pantalla táctil, la valida y el sistema formaliza de esta manera el voto electrónico que quedará almacenado en memoria para su totalización en cada mesa y transmisión de resultados al cierre de la jornada electoral.
Internet. Es el sistema más adecuado para facilitar el voto de la diáspora. Cada votante censado dispone de una clave especial de identificación única, que junto con su número de identidad, le dan acceso a las pantallas en donde realiza su selección de candidatos y/o candidaturas por su circunscripción. Estas pantallas son una reproducción exacta de la papeleta electoral correspondiente a dicha circunscripción. El acceso a las pantallas se puede realizar desde cualquier equipo con conexión Internet. La transmisión de los datos al Centro de Totalización se realiza en el momento en el que el votante confirma y acepta los candidatos/candidaturas de su elección. El secreto del voto queda salvaguardado ya que el sistema no vincula ni registra de forma alguna la identificación del elector con el voto emitido.
