La subestación de As Portas ya muestra su primer edificio

Parcela que ocupará la subestación de As Portas cuando esté terminada.
photo_camera Parcela que ocupará la subestación de As Portas cuando esté terminada.
Adif y la UTE encargada de la obra pactaron un aumento del importe del contrato de 600.000 euros

La subestación de As Portas, la última gran instalación eléctrica pendiente en la línea gallega de alta velocidad, ya empieza a tomar forma. En la parcela donde se emplazará el parque de transformadores ya están levantadas las paredes del primer edificio de sus instalaciones técnicas. Simultáneamente ya se pueden observar las torres de celosía, erguidas como gigantes, algunas montadas en su totalidad, otras parcialmente o tumbadas en el suelo en espera de la realización de esa operación.

Las obras cuentan con un plazo de ejecución de 18 meses de los que ya se han consumido algo más de un año. Al ritmo que se están desarrollando resulta difícil creer que estén concluidas en ese plazo. Dado que es una circunstancia que se repite en prácticamente todas las obras ferroviarias que se están llevando a cabo en la provincia, solo se puede atribuir esa ralentización a razones ajenas a la UTE Subestación Las Portas, que tiene a su cargo esta construcción.

Modificación

El 28 de junio de 2023, Adif Alta Velocidad formalizó una modificación del contrato con la referida unión temporal de empresas por importe de 597.794 euros sin que dicha modificación implicase una ampliación del plazo de ejecución. Esto podría hacer pensar que se va a cumplir el plazo y que antes de concluir 2023 las obras estén terminadas. Pero la realidad que se manifiesta sobre el terreno hace casi imposible que ese objetivo se cumpla. Ha pasado ya más de año y medio desde que se formalizó el contrato (3 de enero de 2022) y más de un año que comenzaron las obras y con dos tercios del tiempo ya consumido no parece que en el plazo restante se pueda llegar a materializar todo lo que está pendiente. El modificado supone un incremento en el presupuesto de un 7%, aproximadamente, y se argumenta por parte de Adif una “necesidad de modificación derivada de circunstancias que un poder adjudicador diligente no podrá prever”, excepción que contempla la normativa comunitaria en materia de contratación del sector público para casos excepcionales en los que sobrevienen circunstancias que no cabía contemplar, como fue en el caso concreto de este contrato, la elevación en los costes derivado de los precios de la energía y las consecuencias de la guerra en Ucrania.

El proyecto constructivo contempla dos actuaciones complementarias: una línea eléctrica de alta tensión de 12,74 kilómetros de longitud, entre la subestación de Red Eléctrica Española (REE) en Conso y la subestación propiamente dicha, en la que se transforma la energía que circula por la línea de alta tensión a 220.000 voltios, a 25.000 voltios de corriente alterna que es la tensión a la que trabajan los trenes de alta velocidad españoles. La línea de alta tensión es soportada por un total de 35 estructuras de celosía metálica de gran envergadura, mediando aproximadamente 340 metros entre cada una de ellas. Previo al montaje de dichas torres, que se está realizando actualmente, fue necesario construir las cimentaciones de hormigón sobre las que son ancladas las mismas. En algunos puntos de su recorrido, la UTE Subestación Las Portas recurrió a un helicóptero pesado para el transporte de materiales y así evitar abrir caminos provisionales en una zona de gran interés ambiental, entre la Serra Seca y el Invernadeiro, en los municipios de Vilariño de Conso, Viana do Bolo y A Gudiña. Las instalaciones principales de la subestación de As Portas se encuentran frente a la estación de Vilariño de Conso en Vendas da Capela, de la línea convencional Zamora-Ourense, en una parcela de 4.000 metros cuadrados en la que ya han sido levantadas la primera construcción y la última torre de la línea de alta tensión. La proximidad de la línea de alta velocidad fue determinante para la elección de este emplazamiento. A poca distancia, aunque a una cota notablemente inferior aflora la vía en el subtramo Vilariño-Campobecerros, en una pequeña recta de algo menos de un kilómetro entre los túneles de O Espiño y los de Bolaños.

Si bien la línea puede operar sin esta subestación, resulta una instalación imprescindible para asegurar un suministro eléctrico capaz de atender un mayor número de circulaciones y frecuencias más próximas unas a otras como sucede en otras líneas.

La UTE Subestación Las Portas está integrada por las empresas Electrén y Control y Montajes Industriales (CYMI) del grupo ACS y la ourensana Segade Saelco, todas ellas con una gran experiencia en este tipo de construcciones. Obtuvieron esta obra en competencia con otras 5 ofertas, por 8.362.365,82 euros, que se convertirán en 8.960.159 euros tras la modificación del contrato.

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