Piden que se ponga en marcha un acuerdo ya firmado entre empresarios, sindicatos y la Xunta

Los talleres de confección urgen medidas para mantener la producción textil en Galicia

Instalaciones de un taller de confección textil ubicado en la ciudad. (Foto: Miguel Ángel)
El establecimiento de un acuerdo para que se mantenga en Galicia una cuota de la producción textil es el punto que centra las reivindicaciones al nuevo Gobierno autonómico de los empresarios de pequeños talleres de confección.
La puesta en marcha de medidas que permitan garantizar trabajo para el sector centra las reivindicaciones de la Asociación de Talleres de Confección de Ourense (Atacio) al nuevo gobierno de la Xunta. Las propuestas que demanda este sector no son nuevas y, de hecho, ya fueron negociadas con los anteriores responsables de la Administración autonómica y se plasmaron en un acuerdo con fecha del 7 de abril de 2008 (ratificado por las consellerías de Industria y Traballo, Igape y organizaciones empresariales, sindicales). Más de un año después, la mayoría de sus puntos están sin aplicar, sobre todo los más importantes para los pequeños talleres, según critica el presidente de Atacio, Vitaliano Falivena.

Así, entre las demandas del sector se contempla la creación de un certificado que verifique que la prenda ha sido elaborada en Galicia. Esta etiqueta mostraría el compromiso social de la empresa que lo posea y sería valorada positivamente para obtener posibles ayudas. El convenio añadía que el gobierno gallego promovería un acuerdo con las empresas del sector en Galicia para que mantuviesen una cuota de su producción en la Comunidad. En este sentido, Falivena reclama también que la propia Administración encargue su producción textil (como uniformes de profesionales sanitarios o de agentes de seguridad) a los talleres gallegos, pues critica que se está contratando fuera y que este gasto público no revierta en los trabajadores gallegos.

El acuerdo planteaba medidas de ayuda para las empresas del sector, dirigidas a mejorar la comercialización, el desarrollo tecnológico y la mejora la cualificación del personal. En este punto, el convenio insistía de nuevo en que a la hora de acceder a estas ayudas se tendría en cuenta el porcentaje de su producción hecha en Galicia y la tasa de estabilidad de la plantilla.

Asimismo, el acuerdo incluía la creación de un centro de investigación y desarrollo vinculado al sector textil, que se creó en febrero. Inicialmente estaba previsto que se crease en Ourense (la mayoría de las empresas son ourensanas), pero finalmente se ubicó en A Coruña.

El presidente de Atacio demanda al nuevo Gobierno autonómico que se retome este acuerdo o, en todo caso, se siente a negociar sobre esta base, ‘pero que no pasen cuatro años otra vez y al final estemos sin nada’. Además, le pide ‘valentía y coraje’ para aplicar las medidas que necesita el sector para mantener los puestos de trabajo.

Un sector en auge en los 90 que se encuentra a punto de desaparecer

Los pequeños talleres textiles tuvieron gran peso en Ourense desde finales de los años 80 y durante la década de los 90, debido a las necesidades de producción que tenían las grandes compañías de moda ourensanas, entonces en fase de crecimiento. Pero ya desde finales de los 90 y sobre todo en la presente década, las firmas de moda optaron por contratar su producción en países con mano de obra más barata (primero Portugal y luego Marrue cos, India o China, entre otros), lo que dejó a los talleres ourensanos sin producción, ya que no podían competir con sus bajos precios. Se inició así un progresivo cierre de talleres, que dejó en la calle a numerosas trabajadoras.


En la ciudad quedan ahora cuatro talleres (cuando llegó a haber unos 40) y en la provincia no llegan a 20 (superaron los 100). No obstante, los centros que todavía subsisten han teni do que reducir su plantilla y reajustar las vacaciones para hacerlas coincidir con los periodos de inactividad, cada vez más amplios, y subsisten gracias a encargos puntuales.


En años de bonanza era habitual que en abril ya estuviesen en plena producción de la siguiente temporada de otoño-invierno, pero este año tienen sólo repeticiones de colecciones anteriores y contados encargos de la nueva campaña.


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