La permanencia del cádaver de la joven brasileña en el Tanatorio Ourensano sin que nadie lo reclame o decida enterrarlo causó hondo pesar entre los inmigrantes asentados en la ciudad. Parte de ellos acordaron abrir una cuenta bancaria para recaudar fondos y repatriarlo a Brasil, donde reside su hija de ocho años, sus padres y hermanos. A su vez, el tanatorio donde se encuentra custodiado el cuerpo insta a los servicios sociales del Concello de Ourense a dar sepultura al cadáver, que custodia desde el 25 de febrero.
La información de La Región dando a conocer que la desdicha de la joven brasileña María do Socorro Dasilva, de 26 años, continúa después de muerta, puesto que su cadáver lleva 20 días congelado en el Tanatorio Ourense sin que nadie lo reclame o decida darle sepultura, tocó la sensibilidad del colectivo de inmigrantes asentados en la ciudad. Un grupo de ellos, entre los que hay personas de la República Dominicana, Senegal, Venezuela y Brasil, decidieron hacer una colecta popular para repatriar el cadáver a Bocabal, en Brasil, donde reside una hija de ocho años de María do Socorro Dasilva, además de sus padres y hermanos. No conocía de nada a la fallecida, pero no se merecía todo lo que le pasó y ahora que la tengan ahí como si no fuera nadie. Es una persona, tiene una familia y debe ser tratada como un ser humano, explicó uno de los inmigrantes promotores de la iniciativa.
Para recaudar fondos tienen previsto abrir este lunes una cuenta en una entidad bancaria, para que toda la sociedad apor te, en medida de sus posibilidades económicas, lo que estime oportuno. Ayer aún se desconocía qué colectivo o asociación de inmigrantes se pondría al frente de la colecta, pero todo apunta a que está la Asociación de Inmigrantes Senegaleses, que abrió sus puertas con notable éxito hace dos años en un bajo de la calle Calpurnia Abana.
Cuando los restos de María Socorro cuando fueron rescatados del río Avia tras fallecer de dos disparos de escopeta que le propinó uno de sus clientes, Ramón Fernández, natural de Riobóo (Cenlle), ya llevaban 15 días en el agua. El cadáver presenta un avanzado estado de descomposición y el responsable del tanatorio de Santa Mariña, según pudo saber este periódico, planteó en la asistencia social del Concello de Ourense darle sepultura.
La entidad local, al igual que la Sudelegación del Gobierno y el Consulado de Brasil en Vigo aún no tramitaron ni un sólo papel para repatriar el cuerpo. El entierro depende ahora del Juzgado de Ribadavia al inhibirse en su favor los otros, el de Ourense y Carballiño, que participaron en las diligencias.
Para recaudar fondos tienen previsto abrir este lunes una cuenta en una entidad bancaria, para que toda la sociedad apor te, en medida de sus posibilidades económicas, lo que estime oportuno. Ayer aún se desconocía qué colectivo o asociación de inmigrantes se pondría al frente de la colecta, pero todo apunta a que está la Asociación de Inmigrantes Senegaleses, que abrió sus puertas con notable éxito hace dos años en un bajo de la calle Calpurnia Abana.
Cuando los restos de María Socorro cuando fueron rescatados del río Avia tras fallecer de dos disparos de escopeta que le propinó uno de sus clientes, Ramón Fernández, natural de Riobóo (Cenlle), ya llevaban 15 días en el agua. El cadáver presenta un avanzado estado de descomposición y el responsable del tanatorio de Santa Mariña, según pudo saber este periódico, planteó en la asistencia social del Concello de Ourense darle sepultura.
La entidad local, al igual que la Sudelegación del Gobierno y el Consulado de Brasil en Vigo aún no tramitaron ni un sólo papel para repatriar el cuerpo. El entierro depende ahora del Juzgado de Ribadavia al inhibirse en su favor los otros, el de Ourense y Carballiño, que participaron en las diligencias.
