¿Cómo valoras la ICC Week y la conferencia de hoy?
Es un evento que cada vez gana más protagonismo a todos los niveles, y es un orgullo que el tema del videojuego entre en la programación. En la charla, hablaremos del videojuego como industria cultural y sus salidas laborales, tanto desde el punto de vista de la creación como de todo lo que genera a su alrededor.
¿Cómo va la industria en el país? ¿Hay futuro para el emprendimiento en Ourense?
En Galicia hay una notable corriente de creación de videojuegos, que todavía puede crecer mucho más, con el apoyo de las instituciones y ciudades como Ourense. La industria va como un tiro, incluso en años malos como este, crece respecto a los anteriores. El problema es que siendo los cuartos consumidores de videojuegos del mundo, seamos los decimoquintos en producción. Hay que cambiar esa tendencia, dado que tenemos un tejido empresarial muy atomizado. Pequeños estudios y pocos trabajadores, que no ingresan mientras desarrollan pero pagan los impuestos asociados a su actividad igualmente, sin recibir casi ningún tipo de inversión nacional. Además, los estándares de calidad son muy altos, y ganar visibilidad a día de hoy es muy complicado.
¿Cual es la disciplina de desarrollo con más salidas?
El diseño suele estar bastante demandado por los estudios, por temas de usabilidad y gamificación, al igual que los profesionales orientados al marketing y a la comunicación, que cada día son más esenciales para dar a conocer tu juego en un ambiente tan masificado y con tantos títulos. La animación también está en auge, porque es transversal a muchas disciplinas audiovisuales.
¿Y cómo ves la formación (cursos, grados y másteres) relacionada con los videojuegos que existe actualmente?
Ahora mismo hay una burbuja en la formación. Salen cursos, grados y másters que no valen para nada, porque son demasiado generales, con profesores que no están en activo o con poco bagaje. Te enseñan todas las puertas, y luego sales y te das de bruces con la realidad del sector, porque las empresas piden cosas muy concretas. No vale con hacer un poco de todo, hay que especializarse, y no dejar de aprender e innovar nunca. Recomiendo a quienes quieran iniciarse en este mundillo, que se informen antes y elijan actividades formativas contrastadas, con docentes con experiencia. Y que vayan con los pies en el suelo. Es un sector muy sacrificado, y no hay empleos normativos con horarios establecidos. Tienes que trabajar mucho para hacerte un hueco, pero vamos, como en cualquier industria cultural. Al final del camino, cuando entras y ves que todo funciona, que la gente juega a lo que tu has creado, la satisfacción es enorme, es lo que te mueve a seguir y lo que te hace realmente feliz.
