El telón de acero del barrio

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photo_camera Ciudadanos trasnsitan por la plaza Mayor.

La evolución de las dos zonas del Casco Vello, divididas por la Praza Maior, ha ido a un ritmo muy distinto desde la entrada en vigor del PERI, concentrándose la vida social y económica en el tramo entre rúa Concordia y el Concello

El télón de acero fue el término acuñado por Winston Churchill para definir la frontera ideológica que separaba a Europa durante la Guerra Fría, con el territorio más oriental bajo la influencia del comunismo de la Unión Soviética, mientras que el occidental se rendía al capitalismo. El Concello de Ourense cuenta con su propio telón, que no es otro que la Praza Maior, punto de división de las zonas norte y sur del Casco Vello, dos áreas que han evolucionado de forma muy distinta y sobre las que todavía pesa un estigma, como confirman vecinos y comerciantes del tramo más cercano al jardín del Posío.

"Estamos en un mundo aparte, nos sentimos un poco discriminados", destaca Carlos Rodríguez, propietario del negocio A Bufarda, en la rúa Colón, donde reside desde hace más de once años. "Esto es como un pueblo pequeño", incide.

Mientras la vida de ocio, vespertina y nocturna, o la actividad comercial se concentra en los Vinos, la rúa do Paseo o Santo Domingo, los hosteleros y comerciantes de calles como Colón o Villar sienten como, tanto el Concello como las asociaciones, les marginan en sus actividades.

"Esto no se considera el centro a pesar de que dicen que quieren promocionarlo. En esta calle llegamos a estar diez negocios en el Centro Comercial Aberto y nunca llegaron actividades. Lógicamente, nos dimos de baja", comenta Carlos Rodríguez.

Sobre esta parte del barrio pesa todavía la pelea contra los locales de prostitución y los altos índices de problemas con las drogas, estigmas que todavía no han desaparecido. Carlos Vázquez, propietario del bar Madonna desde hace más de 30 años, destaca que él y otras muchas personas han luchado durante mucho tiempo por devolver la normalidad a la zona sur del barrio histórico.

"Era una zona muy marginal, es el reto que tenemos, el de recuperarlo y darle vida. Lo más buscado y demandado sigue siendo el tramo entre Santo Domingo y la Catedral", reconoce el presidente de la Asociación de Empresarios Inmobiliarios, Benito Iglesias.

El estado de muchos edificios y el feísmo que proporcionan grúas de obra instaladas y paradas desde hace varios años no ayuda a romper esta situación. Todas estas situaciones preocupan a los vecinos, que a través de la asociación vecinal siguen planteando alternativas e instando a los respectivos gobiernos municipales a que muevan ficha con proyectos realistas.

"Nos movemos pero no nos hacen caso, deberían poner un poco más de su parte por revitalizar todo esto", expone la secretaria del colectivo, Julia Vázquez.

Para prueba, ponen como ejemplo que cada vez que hay un espectáculo en la Praza Maior, la iluminación pública de toda la zona sur se apaga al estar conectada con la fachada del Concello. Es en esos momentos cuando más notan que un telón de acero divide el Casco Vello ourensano. n

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