Temor comercial a la factura de la luz: “Solo servimos para recaudar”

Julio López, de la Tintorería Moderna de la ciudad, teme la llegada de la próxima factura de la luz.
photo_camera Julio López, de la Tintorería Moderna de la ciudad, teme la llegada de la próxima factura de la luz. (FOTO: MARTIÑO PINAL)
Autónomos y pymes ven en el cambio de tarifas un “nuevo ataque” tras meses de restricciones, en plena salida de la crisis

Julio López tira de facturas y calculadora en el mostrador de su tienda. Toca hacer números ante la que se viene encima. Es el propietario de la Tintorería Moderna. Cogiendo la factura del último mes y aplicándole los nuevos tramos, “ya me acaban de soplar 46 euros, sin moverme, por la potencia, y en un mes bajo, en una época que estamos trabajando al 30% de lo que deberíamos”. Eso es lo que ya está pagando de más, antes de saber, según el consumo, lo que llegará en la factura.  

“Yo me he quedado muda”, confiesa detrás del mostrador de la heladería Praza Maior la propietaria. “Según los cálculos que me estiman, crecerá la factura un 27%. A mí qué más me da el horario nocturno. ¡Yo a las 12 de la noche ya estoy cerrada!”, asegura, incrédula todavía por el subidón tras meses de restricciones.  Máquinas de hacer helados, neveras, congeladores, máquinas de batidos… Todo suma.    

Ellos no piensan cambiar de horarios. Aunque, eso sí, todo dependerá en algunos casos de cómo sean las primeras facturas. Julio no descarta “ponerme a planchar a las cinco o seis de la mañana, si tengo que venir a esa hora, vendré”. En la Lavandería Pronto, en Ramón Cabanillas, reina la incertidumbre. Su factura de la luz mensual roza los 1.200 euros “e pode subir 200 ou 300, veremos”. Basándose en eso, se pensará si hacer cambios. “Ao mellor toca facer unha xornada intensiva e que a xente quede a mediodía (al ser de 14,00 a 18,00 horas la hora valle) para aforrar, non sei”, asegura el dueño.        

Todo son dudas en un sector que se ve fuertemente golpeado por una noticia que les hará echar números en plena salida de la crisis. José Manuel Rodríguez, de ElectryConsulting, recomendaba esperar a las primeras facturas para valorar cambios, aunque ya auguraba “entre un 10 y un 15% de alza de precios en las primeras facturas”. Los clientes no saben qué hacer. Ramón Rodríguez Puga, de Electrónica Moncho, así lo explica. “Eu xa lles digo que o meu traballo non ten que ver con iso directamente, pero xa hai quen me dixo que se pasaba á cociña de gas. Pero se nos pasamos todos ao gas, subirán o gas”, comenta. El horario de su tienda, en A Ponte, coincide con el tramo más caro, pero asume que toca “aguantar”. “É o que hai. Haberá que esperar á factura. Agora pagaba o kilovatio a 8 céntimos e pasarei a pagalo a 23 de 10,00 a 14,00 horas”. 

Todos los sectores se ven afectados. Algunos creen que es un nuevo ataque a los más pequeños. Así lo señala Emilio González, presidente de la Plaza de Abastos y propietario de Cárnicas Milucho. “En el caso de las salas de despiece y matadero, en teoría tenemos un periodo ya contratado a un precio fijo y no debería afectarnos, pero habrá que esperar. En la Plaza de Abastos sí que hay temor. Aquí casi todo lo que se vende es producto perecedero que debe conservarse. Los placeros no tenemos opción a adaptar horarios. Veremos cuál es la subida cuando llegue la factura, pero a algún pequeño puede llevarlo a cerrar. El gasto puede subir mucho”, subraya González. 

Los contratos con potencia hasta 15 kw -hogares y pequeñas empresas- tendrán la tarifa 2.0. Todos tendrán tres periodos horarios para el consumo energético y dos franjas para la potencia contratada. Hasta ahora, solo había una potencia y ahora “podrás elegir tener dos diferentes, una diurna de lunes a viernes y otra más pensada para noches y fines de semana”. El coste de la potencia se reduce, pero el gran cambio llega en el peaje del consumo energético, que se estructura en tres franjas, una tres veces más cara que ahora y otra, ocho veces más barata. El periodo punta (10-14 horas y 18-22 horas) será el más caro, tres veces más; el periodo llano (8-10, 14-18 y 22-00) será casi igual y el periodo valle (00-8 de lunes a viernes y fines de semana y festivos) será ocho veces más barato.  En las empresas con consumos superiores a esos, como son las lavanderías, con grandes potencias, tendrán hasta seis tramos y diferentes temporadas. Por ejemplo, enero y julio serán temporada alta, con los precios más elevados, “justo la temporada en la que más carga de trabajo hay”, explica el propietario de la Moderna.

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