La Comisión de Salud Pública dio luz verde a la administración de una tercera dosis en las residencias de mayores. La inoculación de esta vacuna extra empezará en las próximas semanas y aumentará la protección de un colectivo golpeado por la pandemia. Estos centros de la provincia recibieron la noticia “encantados” por la posibilidad que supone de prevención. “Era una medida que estaba al caer. Cuanto más protegidos estén, mejor”, reconoce Coral Conde, trabajadora social del Centro Residencial Tercera Edad de Esgos.
La vacunación para estos centros arrancó en diciembre del año pasado y se logró minimizar la incidencia. Pese a ello, la llegada de nuevas variantes más contagiosas, los mantuvo alerta durante el verano. “Esta tercera dosis es muy positiva, porque es un refuerzo para mantener la situación actual”, señalan desde la Fundación San Rosendo, que gestiona una gran parte de las residencias ourensanas. Los brotes continúan, pero muchos usuarios pasan la infección sin sintomatología o de forma leve gracias a la inoculación.
A las puertas del otoño y con el punto de mira puesto en la temporada de infecciones respiratorias, la tercera dosis ayuda a espantar los temores. “Atopámonos optimistas con este anuncio. Agora hai medo a ter contaxios nos vindeiros meses e só queremos manter a calidade de vida que conseguimos para os residentes”, destaca Nuria Iglesias, gerente de la residencia Hermanos Prieto de Carballiño. El verano llegó con un incremento de los casos en estos centros, registrando víctimas mortales, y eso es lo que se quiere evitar. “Se esta dose nos permite seguir con máis liberdade, benvida sexa”, comenta Iglesias.
La recuperación total de las visitas y las salidas de los residentes dificultan más el control de las normas. Los usuarios ganaron más libertad desde la vacunación, desarrollando actividades que ante no estaban permitidas. Las residencias, no quieren volver a ello. “Cambiamos algunas medidas, pero otras se mantienen como el sistema de cita para las visitas. Lo único que queremos es no volver atrás”, afirma Coral.
Trabajadores
Una de las dudas que surgen tras este anuncio es si los trabajadores de las residencias sociosanitarias o los usuarios de centros para personas con discapacidad están incluidos en la medida. “Nos falta por saber si se hará extensivo a todos ellos. En nuestro caso, no llega al 1% el número de empleados que no quisieron vacunarse y lo hicieron hace casi un año”, indican desde la Fundación San Rosendo. Iglesias reconoce estar “preocupada” por si esta tercera dosis no incluye a los trabajadores. “Mantémonos alerta e expectantes do que nos comuniquen”, apunta.
En Esgos dudan más de si la vacunación covid se mantendrá anualmente de cara al futuro, como ocurre con la gripe. “No sabemos cómo se gestionará, pero todo lo que sea para evitar lo que vivimos al inicio de la pandemia que fue horrible, nos motiva”, cuenta Conde. En Hermanos Prieto creen que terminará siendo “algo convencional para os máis vulnerables cada ano”.
Sin positivos en O Bolo
La residencia de O Bolo registró un brote con tres usuarios contagiados hace una semana. Los residentes se encuentran “bien” y el cribado que llevó a cabo el Sergas no detectó ningún positivo entre el resto. La toma de muestras es una tarea que realizan estos centros con regularidad para anticiparse a posibles casos.
Este es el único centro sociosanitario de la provincia con casos activos, el cuarto que detecta contagios en la quinta ola. La residencia Val de Monterrei fue la más afectada este verano, seguida de la Valverde de Allariz para personas con discapacidad. En el geriátrico de Chandrexa de Queixa, también se detectó un contagio.
