Las termas de A Chavasqueira estarán “semanas” con obras

El Concello contrata por más de 47.000 euros los trabajos para poder reabrir las instalaciones

El Concello de Ourense, a través de la Concejalía de Termalismo, puso ayer en marcha las obras necesarias para poder reabrir al público las termas públicas de A Chavasqueira, cerradas desde marzo de 2020. Los trabajos cuentan con un presupuesto de 47.474 euros y, por ahora, no tienen un plazo de finalización, señalando únicamente el Concello que “se desenvolverán durante varias semanas”, aunque a principios de junio, la concejala de Termalismo, Flora Moure, aseguraba que la intención era que estuvieran operativas para principios de verano.

La inversión planificada busca adaptar esta zona termal, la primera que tuvo Ourense de estas características, a la ley autonómica. “Somos conscientes del inmenso valor que tiene esta instalación para la ciudad. De ahí, nuestro empeño en que la obra esté diseñada para garantizar la seguridad presente y futura en uno de nuestros grande símbolos del termalismo”, dijo Moure.

Para poder ejecutar la obra, se ha tenido que obtener la autorización de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y esperar a que se liberasen los fondos necesarios para inversiones procedentes del remanente.

Actuaciones

Los trabajos que se llevarán a cabo consistirán en actuar en los sistemas existentes de captación, bombeo y canalizaciones para conseguir un caudal suficiente que permita la renovación en cuatro horas del agua, intervenir en la estructura de los vasos para mejorar las condiciones de seguridad y accesibilidad, reformar la fontanería, ducha, arquetas y sistemas de mediciones, instalar un sistema de balizamiento con cuerdas y puestos de madera para delimitar las termas y colocar nuevas señales y carteles.

Enfado de usuarios por la “falta de información”

El inicio de las obras en las termas de A Chavasqueira pilló por sorpresa ayer a varios bañistas que se encontraban en la zona, que censuraron la falta de información por parte del Concello pese a que unas vallas señalizaban ya que no estaba permitido el uso de las pozas. “Los usuarios nos encontramos algo que no han anunciado en ninguna parte”, señalaba ayer por la mañana Candela, crítica con la gestión termal del gobierno municipal. “No podemos disfrutar”, afirmó.

María, por su parte, consideraba que la inversión es “excesiva” y lamentaba los problemas de accesibilidad, al tener que caminar con muletas. Emilia, mientras, censuró también “los problemas” que sufre  para acceder al río al ser una persona con movilidad reducida.

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