La madrugada del viernes un terremoto de 4,4 grados despertó a parte de la comunidad gallega. Fue registrado en el mar Cantábrico, según el Instituto Geográfico Nacional (IGN), a 50 o 60 kilómetros del municipio de Cariño, en A Coruña, pero se llegó a sentir en el norte de la provincia ourensana. No hubo que lamentar daños personales ni familiares, tan solo algunos despertares bruscos o sustos.
El IGN clasifica este seísmo como un episodio de “magnitud moderada”, por lo que no es probable que pueda generar réplicas durante los próximos días. Sí es posible, sin embargo, que sucedan otros más pequeños de carácter más aislado.
Según los expertos, no existe riesgo de tsunami. Es improbable, debido al carácter moderado del sismo. Tampoco guarda relación alguna con los cientos de terremotos diarios que se registran en la isla de La Palma.