Tesoros de Ourense | Taboadela, tranquilidad en un entorno idílico

Si una enseñanza dejó clara la pandemia de covid a los ciudadanos es que una de las cosas más importantes en la vida es la tranquilidad. A solo 12 kilómetros de Ourense se encuentra Taboadela, un municipio con un gran encanto por el que discurre el Camino de Santiago y en el que sorprende lo bien cuidado que está, apenas se ven casas que presenten un mal aspecto. Con unas vistas impresionantes desde casi cualquier parte del municipio, cuenta con varias joyas entre su territorio disperso. Taboadela es un lugar perfecto para los amantes del senderismo y de la bicicleta, ya que permite hacer rutas por un entorno tranquilo, donde se respira aire puro y en el que se puede disfrutar de un paisaje bucólico. Durante estos trayectos, es posible contemplar distintas construcciones religiosas que tienen un gran valor histórico. El municipio cuenta además con unas instalaciones deportivas envidiables como un pabellón polideportivo, una gran piscina para adultos y otra para los más pequeños. Asimismo, y pensando en el público más joven, el recinto cuenta con un pequeño parque infantil. Una parada obligatoria cuando uno visita el municipio es la Iglesia de Santa María de Torán, que forma parte de un conjunto arquitectónico que conjuga los distintos elementos barrocos de la plaza y que ofrece una estampa preciosa. Asimismo, en el municipio también podemos contemplar la vivienda donde habita y trabaja un ilustre ourensano, el escultor Xosé Cid, que tiene en la casa tres salas dedicadas a su obra. Al visitarla, uno puede llamar a la puerta y si el escultor se encuentra en la casa le hace un recorrido en el que le explica detenidamente la obra expuesta. De hecho, es muy habitual que la parcela esté llena de visitantes. Además, el municipio tiene un gran futuro próximo por delante con la inauguración en el 2024 de la aldea modelo de Covelo, que se encuentra actualmente en obras, pero sus características permiten que pueda tener ganadería en extensivo, una actividad que sin duda hará que el municipio crezca económicamente de forma exponencial. Torre de Torán Declarada Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural, la Torre de Torán tiene un origen medieval, aunque los expertos discrepan acerca del año en el que se creó, algunos la sitúan en el siglo XIII y otros en el XV. De planta rectangular y formada por sillares de granito de 11 metros de largo, en la antiguedad tenía una función defensiva, ya que se encuentra muy cerca del antiguo camino medieval hacia Castilla y en ese momento era muy importante proteger las comunicaciones. La Torre es el resto visible de lo que fue la fortaleza. Pese al complicado camino para acceder a ella, merece la pena contemplarla, ya que en ella habitan muchos siglos de historia. Santa María de Torán A menos de 500 metros de la Torre de Torán y andando por un camino con unas vistas increíbles, está la Iglesia de Santa María de Torán, que forma parte de un conjunto barroco en el que también está incluida la plaza que nos permite acceder a ella. La vista de esta Iglesia ofrece una estampa que podría estar perfectamente en cualquier postal. Monte do Castro A 453 metros de altura, este montículo ofrece unas vistas privilegiadas del valle de A Rábeda. Este mirador cuenta con una zona de recreo en el que se sitúa un monumento dedicado a la familia, creado por el escultor local Xosé Cid, y un banco que permite sentarse y disfrutar tranquilamente de tan bellas vistas. A pousa de Santa Leocadía En A Pousa de Santa Leocadía se sitúa la vivienda-taller del escultor ourensano Xosé Cid. Los visitantes pueden llamar a la puerta cuando acudan al lugar y, si el escultor se encuentra en la casa, les hace un recorrido por los dos patios, las tres salas de exposiciones, el taller y la finca mientras les explica las distintas obras expuestas. De hecho, es muy habitual acudir al lugar y encontrarlo lleno de visitantes. Capilla de San Juan La Capilla de San Juan cuenta con una sencilla estructura y es un lugar donde están muy presentes las supersticiones, ya que cuenta con la cama de San Juan. Esta piedra con forma humana tiene una larga tradición, ya que, según la leyenda, las parejas debían realizar el acto sexual sobre ella para tener descendencia.