La sequía deja sin presión las surgencias que comunican a los pediluvios

O Tinteiro, bajo mínimos

La fuente de O Tinteiro ha recuperado suficiente caudal tras el sellado de la surgencia que la nutría. (Foto: JOSÉ PAZ)
La ingeniería termal sigue sin lograr adaptarse a la naturaleza del río Miño. Si las crecidas provocan periódicamente cuantiosos daños en las zonas termales, las bajadas de caudal inhabilitan ciertas infraestructuras, como es el caso de lo pediluvios (baño de pies) construidos en el entorno de O Tinteiro.
En las reformas de esta zona termal, se invirtieron 117.000 euros el otoño pasado, pero las sequías han inhabilitado, primero la fuente, para lo que ya se ha buscado solución, y ahora la media docena de pediluvios. 'Los responsables de la obra ya nos avisaron de que tan pronto bajase el caudal no se podría llenar el depósito de agua termal con el que se nutren los baños de pies', explica José Ángel Vázquez Barquero, edil de Termalismo.

El Concello trata de buscar ahora una solución para este problema 'recurrente', que pasaría por el sellado de las surgencias (la misma medida adoptada para incrementar el caudal de la fuente), ya que al bajar el nivel del río las surgencias quedan al descubierto impidiendo que la presión las comunique con el depósito.

Sin embargo, el lecho del río es competencia de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil recuerda Vázquez Barquero, por lo que este organismo tendría que autorizar previamente los trabajos. Además, las obras tendrían que realizarse durante el período estival, mientras el caudal del río está los sufientemente bajo.

El alcalde de la ciudad, Francisco Rodríguez, también asume, no sin cierta impotencia, esta situación porque 'as termas están onde están e non existe unha solución para protexelas fronte o río', apuntaba el viernes pasado durante una visita a las obras de reparación ejecutadas en O Muíño da Veiga. En esta ocasión, el coste de la reparación y puesto a punto ascendió a los 109.000 euros (si bien el Concello invirtió 69.000 euros y el resto corrió a cuenta del ministerio de Medio Ambiente). Las subidas y bajadas de caudal han sido hasta ahora el mayor problema de mantenimiento para las áreas termales, arrastrando con ellas miles de euros de dinero público.

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