La jornada de la Moti dejó una muestra del arte que se hace en Ourense, de la mano del aula de teatro Gepetto. También hubo hueco para el teatro con tintes sociales, gracias a la compañía manchega La tirita de teatro.
En atractivo formato gracias a la utilización de títeres y máscaras como acompañamiento a los actores, el teatro con tintes sociales se hizo visible ayer en una nueva jornada de la Mostra de Teatro Infantil de Ourense (Moti). A través de su espectáculo El Romeo y la Julieta, recomendado para niños mayores de ocho años, la compañía manchega La tirita de teatro ofreció su particular versión de la obra de William Shakespeare, acercando a los espectadores al mundo de la emigración, la integración, los sentimientos y el respecto a los demás.
La escenificación, con música de Sulpicio Molina, sirvió para hablar de prejuicios, de culturas, de mestizaje... y todo desde un prisma visual, gestual e interpretativo propio de una obra infantil que se ganó los aplausos de los espectadores.
La otra gran cita de la jornada era con el teatro de actor hecho en la ciudad. El aula universitaria de teatro infantil de Ourense Gepetto se subió por dos ocasiones al escenario del Auditorio municipal para ganarse a un público muy pequeño con la magia de la interpretación.
Penúltima sesión
El último montaje de la compañía, Os nenos do túnel, se ganó durante los 55 minutos de actuación, las miradas y la curiosidad de su público a través de un viejo hombre, el anciano Vences, que sumergió a los presentes en un viaje por el pasado de la ciudad y fueron partícipes del motivo por el que los niños de entonces corrían un gran peligro.
Y hoy toca penúltima sesión de esta sexta edición de la Mostra de Teatro Infantil.
Actores-titiriteros son los protagonistas de esta nueva velada que incluye dos representaciones más: la innovadora forma de introducir la globoflexia en el mundo del arte de la interpretación, que ofrece la compañía gallega O retrete de Dorian Gray con su espectáculo Rúa aire, y la obra La casa del abuelo, interpretada por el grupo andaluz La rous.
La escenificación, con música de Sulpicio Molina, sirvió para hablar de prejuicios, de culturas, de mestizaje... y todo desde un prisma visual, gestual e interpretativo propio de una obra infantil que se ganó los aplausos de los espectadores.
La otra gran cita de la jornada era con el teatro de actor hecho en la ciudad. El aula universitaria de teatro infantil de Ourense Gepetto se subió por dos ocasiones al escenario del Auditorio municipal para ganarse a un público muy pequeño con la magia de la interpretación.
Penúltima sesión
El último montaje de la compañía, Os nenos do túnel, se ganó durante los 55 minutos de actuación, las miradas y la curiosidad de su público a través de un viejo hombre, el anciano Vences, que sumergió a los presentes en un viaje por el pasado de la ciudad y fueron partícipes del motivo por el que los niños de entonces corrían un gran peligro.
Y hoy toca penúltima sesión de esta sexta edición de la Mostra de Teatro Infantil.
Actores-titiriteros son los protagonistas de esta nueva velada que incluye dos representaciones más: la innovadora forma de introducir la globoflexia en el mundo del arte de la interpretación, que ofrece la compañía gallega O retrete de Dorian Gray con su espectáculo Rúa aire, y la obra La casa del abuelo, interpretada por el grupo andaluz La rous.
