Con motivo del Año Europeo del Desarrollo, el médico ourensano ha sido el cooperante elegido por la Xunta de Galicia para representar a Europa
Con motivo del Año Europeo del Desarrollo, el médico ourensano Manuel Garrido Valenzuela ha sido el cooperante elegido por la Xunta de Galicia para representar a Europa en su apuesta por el desarrollo y la lucha contra la pobreza. El pasado lunes participó en Madrid junto a las otras 19 personas elegidas en España, una por cada comunidad autónoma, en un debate sobre "cómo crear un mundo mejor, erradicar la pobreza y contribuir al desarrollo". Garrido Valenzuela lleva 27 años desempeñando su labor solidaria en Bolivia, donde ha creado un pabellón pediátrico y ha puesto en marcha una maternidad, un servicio de urgencias, un laboratorio y un departamento de neonatología.
¿Qué ha supuesto para usted este reconocimiento?
Es una pregunta que no sé como contestar. Significa que por parte de la Xunta consideran que soy una de las personas que está metida en este ámbito desde hace mucho tiempo, y aunque es un orgullo personal, tengo que decir que realmente no es una distinción a mí, sino a lo que he hecho con ayuda de la Xunta y de Cooperación Galega.
¿Qué supondrá esto para sus proyectos?
Estos reconocimientos los valoro mucho, pero siempre desde el punto de vista de que contribuyan a que la labor que llevo haciendo desde hace 27 años se vea favorecida. No sólo la que yo estoy haciendo en Bolivia, sino también la que pueden hacer otros cooperantes en otros lugares, para que se den cuenta de que Galicia también funciona.
¿Como contribuirá a la labor de los cooperantes?
Es una distinción que yo quiero ampliar a toda la cooperación gallega. Hay mucha gente que posiblemente haga muchas más cosas que yo y, sin embargo, yo he sido elegido un poco el portavoz de todos ellos, que es lo que quiero ser.
Ante esta oleada de refugiados sirios, ¿cuál es su opinión?
Esto lo debatimos el lunes y quiero subrayar que Europa tiene por fuerza que mojarse muchísimo más en este tema. El pueblo español, en general, y el gallego en particular, son gente generosa y hay que dar la oportunidad de que a través de parroquias y entidades, sean las propias familias las que se pronuncien. Aquí podríamos acoger a muchas personas, porque Galicia ha sido siempre generosa.
¿Es Ourense solidaria?
En Ourense yo he sentido siempre una gran aceptación y un ánimo muy grande para tirar hacia adelante. Pero no debemos olvidar que hoy hay muchas cosas: gente que huye de la guerra, del hambre, de la miseria. Si Europa se hubiera mojado mucho más, bastante más, con estos países y les hubiera promocionado e intentado dar trabajo en su país, no habría tenido que ver esta gran avalancha. Los países más ricos tienen que volcarse.
El olvido, ¿es un arma letal?
Contra eso hay que luchar. Creo que la prensa tiene en ello un papel fundamental. La foto del niño ahogado ha impresionado mucho, pero en un tiempo ya se habrá olvidado. Realmente los que mueven a la opinión pública son la prensa.
¿Somos conscientes de la realidad que hay en el mundo?
Creo que la gente se impresiona mucho, pero lo cierto es que cuando ven en un canal de televisión la imagen de un niño con moscas en los ojos y el vientre dilatado por la desnutrición, cambian de canal, porque es una imagen muy manida, aparentemente. Habría que tomar partido por la gente activa que hay en Ourense, que tomaran conciencia, que se unieran y que aglutinaran sus fuerzas para hacer cosas, porque esto no puede seguir sucediendo. El mundo tiene que ser más igual.
