La llu­via que acom­pa­ñó prác­ti­ca­men­te du­ran­te to­do el re­co­rri­do a la ca­bal­ga­ta no di­sua­dió a los mi­les de asis­ten­tes

Una tormenta de ilusión y caramelos recibió a Sus Majestades en la ciudad

Miles de niños celebraron con entusiasmo la llegada de los Reyes Magos a la provincia. En la ciudad (como muestran las imágenes), Sus Majestades fueron recibidos con todos los honores por una multitud que no se dejó disuadir por la insistente lluvia.
Cientos de ourensanos se acercaron ayer a la estación empalme de Ourense y se repartieron por todos y cada uno de los puntos del recorrido de la Cabalgata de Reyes para no perder detalle de su recorrido ( Estación, avenida de As Caldas, Puente Romano, calle Progreso y Praza Maior). Previamente al desfile, en los alrededores de la estación de tren, un grupo de zancudos y malabaristas, acompañados por personajes de series de dibujos animados, como Bob Esponja o Pocoyó, y películas como Madagascar animaron a los más pequeños, mientras la Banda municipal interpretaba temas navideños y de música clásica. El actor Rubén Riós asumió el papel de cartero real para recoger los últimos deseos de los niños y reenviarlos a Sus Majestades.

No acertaron las predicciones, que apuntaban a que la lluvia iba a respetar el recorrido de los Reyes Magos -si bién es cierto que éstos se tomaron su tiempo para iniciar la cabalgata, ya que llegaban a las seis de la tarde a la estación empalme, pero no iniciaron la marcha hasta las seis y media-, aunque esto no desanimó a los cientos de asistentes que buscaron su hueco entre piernas y cabezas -los que no consiguieron plaza en primera fila- para no perder detalle del recorrido.

Las motos y un coche de la Policía Local abrían la marcha, seguidos de una furgoneta de Protección Civil; el coche de bomberos -que se adelantó a los Reyes Magos repartiendo sus propios caramelos-; zancudos y malabaristas; la Banda municipal; un vistoso grupo de caballitos de mar; los personajes de series y películas animadas, que recibieron el aplauso de los peques; la carroza del cartero real; el tren de las termas con un grupo de niños repartiendo caramelos y las vistosas carrozas de los Reyes Magos, empezando por Melchor, siguiendo por Gaspar y terminando con Baltasar, el más aplaudido por los más pequeños.

A lo largo del recorrido, Sus Majestades repartieron 4.000 kilos de caramelos y toneladas de ilusión, antes de llegar a la Praza Maior, donde llevaron a cabo la tradicional ofrenda al Niño Jesús, en el Belén viviente situado junto a la fachada del Concello, mientras los niños ourensanos esperan a hoy para recibir sus regalos.


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