El historiador Xavier Castro (Cangas, 1954), quien ha estudiado durante décadas la gastronomía gallega y sus implicaciones sociales, presentó ayer a las 19,30 horas en el Liceo su libro "Tostado. El vino noble de Galicia", que reivindica las cualidades y trayectoria de esta bebida.
Castro califica al tostado como "un auténtico tesoro de la etnología gallega. Sigue un proceso de crianza lento que lleva años, y al final se obtiene un manjar maravilloso". El historiador recuerda que "era un vino con el que se celebraba lo más importante en la vida, como la llegada de un hijo, las bodas o el adiós de los moribundos, a quienes se les concedía un trago con el que suavizar su duro trance, y de paso que llevaran un recuerdo grato de esta vida. Incluso a los niños les daban un poquito".
A pesar de su calidad, este vino pasó por malos momentos: "Estuvo valoradísimo en la Edad Media, pero quedó relegado con el tiempo y ya solo unos pocos lo mantenían vivo para consumo propio. Pasó lo mismo con el marisco, desvalorizado durante siglos. Hasta los 60, las angulas o los percebes se usaban de abono". La mayoría de ourensanos desconoce al tostado, en una situación que Castro compara con la poesía galaico-portuguesa, "que se perdió y no la volvimos a recuperar hasta el siglo XIX. Por eso, cuando Rosalía escribe poesía en gallego, piensa que es la primera".
Hoy en día, lamenta Castro, "la vida moderna resulta insostenible para las personas, tanto a nivel económico como emocional, y dificulta los placeres demorados. Por fortuna, si aún se elabora tostado, con el trabajo que exige, significa que hay amor por las cosas bien hechas".
