La trabajadora de los trabajadores

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photo_camera El secretario de la Inspección de Traballo, Miguel Ángel Herrero, el subinspector Javier Zume y Rocío de Frutos, inspectora y candidata del PSOE.

Rocío de Frutos, candidata del PSOE por Ourense, regresa a la Inspección de Trabajo para reencontrarse con sus antiguos compañeros; le animan a repetir como diputada "porque su despacho ya está ocupado".

Tiene cuerpo de junco y carácter de hierro. Y eso que los médicos auguraron que la sietemesina que acababa de nacer en Valladolid no sobreviría. Se licenció en Derecho con un expediente de matrícula de honor, aprobó en dos años las duras oposiciones al Cuerpo Superior de Inspectores de Trabajo, se enamoró de Ourense el día que llegó para tomar posesión de su plaza en 1993 y ya prefiere el Miño antes que el Pisuerga. Una señora de O Carballiño intentó escabullirse de una inspección del equipo de economía sumergida argumentando que en la habitación en la que custodiaba el libro de visitas había un ratón. Rocío de Frutos le pidió una escoba y un recogedor, limpió la estancia de la incómoda visita y consiguió la documentación que necesitaba. Confiesa que no es grato 'recetar' a los infractores porque "las sanciones son muy duras" pero cree o quiere creer que los inspectores hacen "una gran labor social que vela por los derechos de los trabajadores".

Seis meses meses después de las elecciones del 20-D vuelve a la campaña para repetir como diputada del PSOE por Ourense. También regresa a su centro de trabajo en el Parque de San Lázaro, en donde la reciben con alboroto. "Claro que me sorprendió un montón que decidiese presentarse, pero es muy competente", comenta al verla Miguel Ángel Herrero, el secretario. "Si es que me sorprendió hasta a mí", reconoce De Frutos. Una auxiliar que acaba de escuchar la conversación corrige a los dos: "A mí me parece lógico que la hayan llamado, los partidos no son tontos. Tampoco me sorprendería que la llamase el PP". "El PP no, por dios", responde Rocío. "Si lo digo por tu valía, mujer; eres una máquina", aclara la auxiliar, que no quiere salir en la fotografía.

Pilar, "la mejor jefa del mundo" y amiga, acude a saludarla con cariño pero también esquiva la cámara. "Si al final la gente tiene más miedo a los periodistas que a los inspectores de trabajo", bromea Herrero. Curiosamente, el despacho que ocupa el secretario perteneció hasta que se jubiló a Carlos Maldonado, padre de Eva, la persona que lleva la comunicación de la candidata socialista.

En el desleído edificio se amontonan los recuerdos como lo hacían los papeles en la mesa de Rocío, según revelan sus compañeros:"Es una joya, una maravilla, aunque un poco desordenada con los papeles".

El despacho de Rocío tiene ya nueva inquilina. Se nota en que los dibujos que cuelgan del archicador ya no son de Rubén, sino del cativo de otra compañera. A Rocío la acompaña en el reconocimiento Javier Zume, subinspector. Ella es de Valladolid, Miguel Ángel de Salamanca y Javier de Burgos. Ninguno sabía situar Ourense en el mapa antes de aprobar las oposiciones. "Hubo un tiempo en el que todos los inspectores éramos de fuera", menciona Zume. Se podría pensar que obedecía a que a cualquier persona le fastidiaría sancionar a familiares o amigos, pero los motivos son más prosaicos. "Nos vinimos porque los ourensanos opositaban a otras cosas y aquí había plazas", y eso que la 'Terra da Chispa' es cantera de funcionarios, como bien saben en Madrid o en Castilla y León. Aquí quedaron atrapados, como Rocío. A ella no le importaría reincorporarse a su puesto, auque vuelve a ilusionarse con ocupar escaño en el Congreso y representar a una tierra que vive como suya."No puede volver hasta dentro de unos años, su despacho ya está ocupado", zanja con retranca Herrero. "Pero si vuelve sería bien recibida".

Todos esperan estar otra vez pendientes de la toma de posesión de los diputados para ver a su compañera en el Hemiciclo. Rocío de Frutos se considera una mujer que siempre ha peleado por el trabajador. "Somos muy necesarios. Yo entiendo que al empresario le cuesta subsistir, pero toda la actuación del PP en política laboral ha perjudicado al trabajador sin beneficiar al empresario", predica.

El mitin es más tarde, pero antes de salir a la carrera reitera una promesa más personal que electoral: "Tengo claro que no voy a Madrid para que gobierne Rajoy; si eso sucede me vuelvo a la Inspección de Trabajo". Antes tiene que conseguir otra vez escaño.

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