El aventurero y comunicador reivindicó la necesidad de "ser felices con las pequeñas cosas", en un Foro La Región en el que desgranó su perspectiva vital a través de su trayectoria laboral
"La felicidad es la meta que debemos perseguir en nuestra vida", explicó Jesus Calleja en el arranque del Foro La Región protagonizado por el aventurero y comunicador en el mediodía del miércoles en el Auditorio.
"Es en el trabajo donde pasamos más horas de nuestro dia. Y debemos buscar esa profesión que nos apasione", explicó Calleja. "Empecé trabajando en la peluquería de mis padres, muy modesta. No era lo que me gustaba, pero intenté ser el mejor en la profesión. Y acabé ganando un premio al mejor peluquero en Burgos. Pero no me gustaba. Trabajé en otros sitios y me terminé mudando al extranjero. Me fui al Nepal, el país mas pobre del mundo, el país que mas oportunidades me dio", señaló el aventurero.
Calleja también habló sobre los jovenes y la crisis. "No nos podemos escudar en ella, hay que buscar las oportunidades y no tener miedos", explicó.
Su aventura en el Everest
El comunicador recordó después su expedición al Everest. "Me compré un equipo en EEUU para transmitir imágenes y videos desde alli. Fui al Diario de León -lo que no sale en el periodico local es que no sucede en la ciudad-, y les propuse mandarles crónicas desde allí, con patrocinadores. Y allí fui, con mi cámara y mi equipo, ante la oportunidad de cambiar mi vida".
"Poco a poco esa idea fue germinando, fue triunfando. De un pequeño espacio en el periódico pasé a la contraportada. Y los leoneses empezaban cada dia a leer el Diario de León por ahí. Había despertado el orgullo patrio. Les gustaba la historia, y con las fotos se lo creían", detallaba Calleja. "De ahí pasé al Marca y luego al Larguero", recordó el deportista sobre una aventura que, dos meses y medio después, terminó el 30 de mayo del 2005 culminando la cumbre del Everest: "Un momento sublime, el mejor día de mi vida. Arriesgué y aposté lo más valioso, mi vida, para realizarme".
"Cuando algo quiere algo, lo consigue"
"Yo tenía claro que quería cambiar de vida. Y este era el camino. Quería ser feliz en mi trabajo. Ir a currar solo para ganar dinero me parece insustancial", explicó Calleja, que reinvindicó la necesidad de perseguir la felicidad, "que debería ser un derecho constitucional".
"En el Everest descubrí que eso, hacer expediciones y contarlas, era lo que quería hacer en mi vida", explicó Calleja, que desgranó como fue diseñando su proyecto, 'Desafío Extremo', mientras luchaba por no morir de agotamiento mientras bajaba de la montaña.
Ese proyecto, tras rebotar por varias cadenas, terminó en Cuatro. Con contrato. "Y creando un superéxito. Tenéis que apostar por vuestros sueños, ser osados, valientes. Esa es la única forma. Porque la suerte no existe".
