Marcos y Antía Bouza encontraron su primer trabajo fuera de casa, Abel Rodríguez aunque trabaja en Lalín nunca abandonó el hogar familiar, David Sola salió al extranjero y tras año y medio en Inglaterra volvió y Pablo Paz estudió en Santiago aunque tuvo la suerte de encontrar trabajo en su ciudad
Marcos y Antía Bouza: "Conseguimos nuestro primer trabajo en Reino Unido al terminar los estudios en España"
Los mellizos Marcos y Antía Bouza, ourensanos de 23 años, encontraron su primer trabajo en Reino Unido. Él, enfermero en el Hospital Universitario de Southampton, lleva 15 meses en el país. "Conseguí el empleo por un grupo de WhatsApp de enfermeros españoles en el extranjero", explica. Estudió en la Universidade de Santiago y tenía claro que se iría fuera desde que vivió el Erasmus en Finlandia. Ahora, totalmente independiente, se plantea volver a casa. "Pero no a corto plazo". Antía vive a una hora de su ciudad, en un pueblo de Oxford. Es profesora de matemáticas en un colegio, al que llegó el pasado mes de septiembre. "El hecho de tener a mi hermano aquí fue clave para tomar la decisión de buscar trabajo en Reino Unido. Ahora estoy muy contenta y las condiciones laborales son muy estables", explica. Los padres, en Ourense, están orgullosos de la independiencia de sus hijos, aunque les gustaría que tuvieran trabajo en España.
Abel Rodríguez: "Siempre tuve claro que me iría de casa cuando tuviera una base económica sólida para afrontar el futuro"
Abel Rodríguez estudió un ciclo de Hostelería en el IES Vilamarín y tras estar en varios restaurantes de la ciudad, ahora trabaja entre los fogones de un pazo de la comarca del Deza. A sus 25 años nunca dejó la vivienda familiar, un lugar en el que siempre encuentra "apoyo" y en el que nunca le presionaron para que tomara otro camino. Tiene claro que no siempre va "estar viviendo en casa de sus padres". Ya meditó independizarse, pero antes "quiere lograr una base sólida" para poder independizarse y afrontar el futuro "con una mejor garantía". Explica que estuvo a punto de abandonar el nido hace unos años para formarse en Santiago, pero finalmente "no se dieron los medios para ello", y siguió formándose en la provincia para labrarse un futuro. A medio plazo, en un par de años y "con una base estable", calcula que podrá afrontar la vida lejos del confort familiar y no "correr el riesgo de tener que volver a vivir con mis padres".
Pablo Paz: “Trabajo en una farmacia y de momento vivo con mis padres por la comodidad
de estar en casa”
Pablo Paz es farmacéutico en una botica de Ourense. Terminó sus estudios hace apenas un año en la Universidad de Santiago de Compostela y pudo regresar a su ciudad natal con un trabajo. Vive en casa de sus padres por comodidad, según explica. "De momento no tengo pensado independizarme, por la ventaja de volver a mi ciudad y tener mi casa y mis padres", cuenta. Trabaja a jornada completa en una farmacia de la calle Ervedelo, y es su primera oportunidad laboral: "Llevo desde marzo trabajando, encontré la oferta en poco tiempo".
Tras un fallido intento en el examen del FIR (Farmacéutico Interno Residente), tomó la decisión de buscar empleo. "Miré por toda España, porque no me importaba tener que irme fuera para trabajar". Por suerte, encontró el empleo en su ciudad. A corto plazo, no piensa en marcharse de casa, aunque sí se ha planteado la idea de independizarse en un futuro.
David Sola: "Fue duro superar el cambio drástico de pasar de trabajar en Inglaterra a estar aquí sin hacer nada"
David Sola tiene 26 años y se encuentra preparando las oposiciones a Policía. Antes, este ourensano salió a "la aventura de trabajar en el exterior durante un año y medio". Dejó de lado sus estudios de informática y viajó al sur de Inglaterra en busca de experiencia. Se instaló en Bournemouth en busca de un trabajo que encontró "el primer día" y en el que se mantuvo más tiempo del que pensaba: "Contaba quedarme entre 3 y 9 meses, pero al final me quedé allí año y medio". Tras dejar su trabajo como camarero y volver a casa, explica que se "sintió mal" los primeros días en su vuelta a Ourense por el "cambio drástico que supuso pasar de estar trabajando 40-45 horas semanales a estar en casa sin hacer nada. Fue duro". Superada esta situación, comenzó a preparar las oposiciones y a su edad sabe que se acerca la hora de independizarse: "Cuando tenga trabajo sí que tengo claro que mi objetivo es dejar a mis padres en paz".
