La comisión que vela por la infraestructura echa en falta un empuje más decidido al resto del trazado
La comisión encargada de velar por la construcción de la A-56 (Ourense-Lugo), que nació hace unas semanas tras la multitudinaria cumbre de representantes políticos y empresariales de ambas provincias en Chantada, mantuvo ayer una reunión con varios altos cargos del Ministerio de Fomento para trasladar su posicionamiento firme con la infraestructura, prometida para finales de la década pasada y que apenas tiene nueve kilómetros en obras.
Sin embargo, según explicaron los representantes que viajaron desde Galicia (los alcaldes de Vilamarín y Chantada, Amador Vázquez y Manuel Varela; el presidente de la CEO, José Manuel Pérez Canal; y el gerente de Maderas San Martín, Lisardo González), la sensación tras el encuentro con el director general de Infraestructuras, Manuel Niño; el director general de Carreteras, Jorge Urrecho; y el jefe de la Demarcación de Carreteras en Galicia, Ángel González del Río, es algo agridulce.
"Lo único que se ha concretado es la conclusión de las obras del tramo entre San Martiño y A Barrela", explicaron desde la representación ourensana. Según trasladó Manuel Niño, la finalización de los trabajos está prevista para mediados de 2019
Por otro lado, el director general de Infraestructuras se limitó a reiterar las palabras pronunciadas por el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en su visita a la ciudad de Ourense, asegurando que el empuje a la A-56 se iniciará por la circunvalación norte, con la licitación antes de que termine el año del trazado entre Eirasvedras y Quintela, mientras que se seguirá avanzando en el proyecto del tramo Quintela-A Casilla y el siguiente hasta el enlace de Cambeo.
"No hubo manera de sacarle nada más", explican desde la delegación ourensana, que echa en falta un empuje más decidido al resto de tramos, que consideran de vital importancia para vertebrar el interior de Galicia.
Más optimista se mostró el diputado del PP Celso Delgado, también presente en la reunión, que calificó de "positiva" por "poder trasladar la preocupación directamente al secretario general de Infraestructuras".
El parlamentario ourensano explicó que los tramos lucenses de la A-56 requieren que los proyectos se actualicen a los cambios normativos y avanzó que la previsión es mantener una nueva reunión entre las partes durante el mes de septiembre, encuentro en el que confía en que haya más avances en una infraestructura castigada hasta el momento.
El apoyo claro de feijóo, el aval que busca la comisión
En la comisión que vela por la construcción de la A-56 entienden que es "imprescindible" arrancar un apoyo claro y decidido del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, para conseguir una mayor fuerza ante el Ministerio de Fomento.
En este sentido, tanto Feijóo como la Consellería de Infraestruturas han asegurado que entre sus planes de peticiones al Gobierno central está la autovía del interior de Galicia.
Sin embargo, desde la comisión pretenden mantener una reunión con el presidente de la Xunta para lograr un pronunciamiento directo y que conozca de primera mano la importancia de la infraestructura.
