El tránsito por Fontefría: con pinchazos y sin cobertura móvil

Camiones circulando de noche por el centro de A Cañiza rumbo a la conexión con la A-52.
photo_camera Camiones circulando de noche por el centro de A Cañiza rumbo a la conexión con la A-52.
El desvío entre Vigo y Ourense por la N-120 se convierte en una pesadilla para los conductores

La circulación entre Vigo y Ourense por la Nacional 120 debido al cierre del túnel de la A-52 se ha convertido en una operación de alto riesgo para los conductores, que se enfrentan a tener que recorrer un desvío de 12 kilómetros por una carretera que lleva años sin mantenimiento y que no está en condiciones para asumir el paso de miles de vehículos. Según pudo constatar este diario en A Cañiza (Pontevedra), por cuyo centro circula todo el tráfico, el ritmo diario es de una docena de coches con ruedas reventadas debido a los agujeros en el asfalto, algunos de gran tamaño.

 Los parches que se colocaron en los baches se han deshecho con el paso de los camiones y la lluvia y ahora la N-120 ofrece otro peligro más: hay abundante gravilla suelta en las curvas. La epidemia de baches llegó incluso hasta el centro de A Cañiza, donde también se registraron pinchazos.

La conductora de un vehículo siniestrado explicó que sintió como una explosión debajo del coche y noto la dirección dura. Se paró más adelante para pedir ayuda. Su sorpresa fue aún mayor: el tramo más alto de Fontefría no tiene cobertura móvil. “De noche, sola, con la rueda reventada y sin poder pedir ayuda telefónica, he pasado el miedo de mi vida”, aseguraba.

Luis Prieto también era usuario habitual del túnel, viaja de Vigo a Ourense todos los días y afirma que "la situación es demencial, terrorífica. Además te dejas medio coche en el trayecto, que además de estar atestado de baches, está sin señalizar y los carriles mal pintados".

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