'La manifestación del pasado lunes día 16 de diciembre en Santiago consiguió el objetivo de escenificar el importante malestar del sector por la subida del tramo autonómico del impuesto sobre hidrocarburos', valora el gerente de la Asociación Empresarial de Transporte de Mercancias por carretera en Ourense (Apetamcor), Alberto Vila.
Porque los transportistas consideran que esta nueva tasa 'puede ser la puntilla para el sector'; así lo afirma Felipe Rodríguez, responsable de la sección de transporte en la Asociación de Empresarios de Valdeorras (Aeva), una de las más dinámicas de la provincia al trabajar de forma habitual con las empresas del sector de la pizarra. 'Un camión de transporte de mercancías consume muchos litros de gasóleo y ese impuesto lo tenemos que pagar por adelantado, aunque después nos devuelvan una parte', recuerda Rodríguez, que asegura que 'hasta un 50 por ciento de las empresas del sector desaparecieron en la comarca en el último año y medio' debido a las continuadas subidas de los carburantes, un factor que se une al descenso en la producción de las pizarreras de la comarca sufrido en los últimos años.
En cifras, ese pago por adelantado puede suponer 'más de 1.000 euros al mes para una empresa media, con una flota de seis vehículos. Tengamos en cuenta que un transportista que haga ruta internacional puede consumir, fácilmente, hasta 5.000 litros de combustible al mes', defiende Alberto Vila.
Sí hay un compromiso por parte de la Xunta de devolver 'parte de esa nueva tasa' a los profesionales del sector del transporte, confirma Vila. Una devolución que tarda, de media, 'entre seis y ocho meses', indica Alberto Vila.
Según los baremos establecidos en otras comunidades con este mismo impuesto, los vehículos de más de 7,5 toneladas tendrían una devolución de en torno a los 3,5 céntimos por litro y los vehículos pesados un poco más, 'pero quedará un cincuenta por ciento de transportistas que no podrán cobrar nada porque están por debajo de este tonelaje', explica el gerente de Apetamcor, que recuerda que, poco después de tomar posesión como presidente de la Xunta, 'Alberto Núñez Feijóo se reunió con nosotros en el marco del Comité Galego de Transportes y nos aseguró su intención de no subir esa tasa, algo por lo que se le preguntó expresamente -en ese momento estaba aplicándose ya en Castilla y León-; un año y algunos meses más tarde, cambió de opinión'.
PRECEDENTE
Antonio Regueiro, presidente de la Agrupación de Transportistas del Bierzo, Valdeorras y Astorga, confirma que esta misma medida fue tomada por la Junta de Castilla y León hace bien poco 'y los profesionales del sector decidieron suministrarse de carburante en provincias próximas -entre ellas Ourense, en aquel momento, algo que fue confirmado por las gasolineras de la comarca de Valdeorras- para no pagar el décimo sanitario'.
Los transportistas de la provincia, que en la actualidad suman '840 empresas con más de 2.000 vehículos en su parque móvil, de ellos un 15 % ligeros', según explica Alberto Vila, están, en este momento, a la espera de una próxima reunión, con fecha aún por fijar, para determinar nuevas movilizaciones a partir de enero.
En cifras, ese pago por adelantado puede suponer 'más de 1.000 euros al mes para una empresa media, con una flota de seis vehículos. Tengamos en cuenta que un transportista que haga ruta internacional puede consumir, fácilmente, hasta 5.000 litros de combustible al mes', defiende Alberto Vila.
Sí hay un compromiso por parte de la Xunta de devolver 'parte de esa nueva tasa' a los profesionales del sector del transporte, confirma Vila. Una devolución que tarda, de media, 'entre seis y ocho meses', indica Alberto Vila.
Según los baremos establecidos en otras comunidades con este mismo impuesto, los vehículos de más de 7,5 toneladas tendrían una devolución de en torno a los 3,5 céntimos por litro y los vehículos pesados un poco más, 'pero quedará un cincuenta por ciento de transportistas que no podrán cobrar nada porque están por debajo de este tonelaje', explica el gerente de Apetamcor, que recuerda que, poco después de tomar posesión como presidente de la Xunta, 'Alberto Núñez Feijóo se reunió con nosotros en el marco del Comité Galego de Transportes y nos aseguró su intención de no subir esa tasa, algo por lo que se le preguntó expresamente -en ese momento estaba aplicándose ya en Castilla y León-; un año y algunos meses más tarde, cambió de opinión'.
PRECEDENTE
Antonio Regueiro, presidente de la Agrupación de Transportistas del Bierzo, Valdeorras y Astorga, confirma que esta misma medida fue tomada por la Junta de Castilla y León hace bien poco 'y los profesionales del sector decidieron suministrarse de carburante en provincias próximas -entre ellas Ourense, en aquel momento, algo que fue confirmado por las gasolineras de la comarca de Valdeorras- para no pagar el décimo sanitario'.
Los transportistas de la provincia, que en la actualidad suman '840 empresas con más de 2.000 vehículos en su parque móvil, de ellos un 15 % ligeros', según explica Alberto Vila, están, en este momento, a la espera de una próxima reunión, con fecha aún por fijar, para determinar nuevas movilizaciones a partir de enero.
