La Asociación para la Prevención de la Exclusión Social (APES) promueve desde el pasado año un programa pionero en Galicia para formar a voluntarios dentro de la población reclusa que posteriormente trabajan codo con codo con distintas ONG (14 en la actualidad). En lo que va de año, APES, cuya sede está en Ourense, ha ofrecido a un total de 95 reclusos de las cinco cárceles gallegas acciones formativas encaminadas a este propósito, que han dado como resultado que, a fecha de hoy, haya 28 internos que colaboran asiduamente con entidades sociales como el Banco de Alimentos.
El balance de esta experiencia pionera se expuso en el marco de las segundas jornadas: 'Voluntariado, unha alternativa ao delito', que tuvieron lugar en la mañana de ayer en la sede de la UNED de Ourense y en las que, tanto los técnicos que trabajan en el proyecto como los propios presos, hablaron de sus experiencias y la valoración del proyecto. El acto sirvió para conmemorar el Día Internacional del Voluntariado que se celebró el día 5 de este mes.
La experiencia llevada a cabo en el interior de las prisiones sirvió a los internos, según valoró la trabajadora de la asociación Patricia Vázquez, para adquirir una concienciación social que se plantea como una alternativa al delito. 'Es un recurso más para la reinserción de las personas privadas de libertad', dijo.
La Xunta se sumó este año al proyecto abriendo su programa de formación para voluntarios con el que, además, los reclusos reciben una certificación oficial de la Dirección Xeral de Xuventude por su experiencia, como ocurre con el resto de personas incluidas en el Plan Galego de Acción Voluntaria 2011- 2014, consensuado con más de 800 entidades en toda la comunidad.
El director xeral de Xuventude e Voluntariado, Ovidio Rodeiro, quien asistió a la inauguración de las jornadas, valoró el trabajo realizado por la Asociación para la Prevención de la Exclusión Social y las entidades colaboradoras en el proyecto.
La experiencia llevada a cabo en el interior de las prisiones sirvió a los internos, según valoró la trabajadora de la asociación Patricia Vázquez, para adquirir una concienciación social que se plantea como una alternativa al delito. 'Es un recurso más para la reinserción de las personas privadas de libertad', dijo.
La Xunta se sumó este año al proyecto abriendo su programa de formación para voluntarios con el que, además, los reclusos reciben una certificación oficial de la Dirección Xeral de Xuventude por su experiencia, como ocurre con el resto de personas incluidas en el Plan Galego de Acción Voluntaria 2011- 2014, consensuado con más de 800 entidades en toda la comunidad.
El director xeral de Xuventude e Voluntariado, Ovidio Rodeiro, quien asistió a la inauguración de las jornadas, valoró el trabajo realizado por la Asociación para la Prevención de la Exclusión Social y las entidades colaboradoras en el proyecto.
