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El tren regional decae entre averías, pocas plazas y frecuencias escasas

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photo_camera Convoy incendiado en Maside el pasado 16 de febrero.

Los usuarios de la línea entre Ourense y Santiago sufrieron en el último mes el fallo de dos convoyes y un incendio en Maside

Los servicios regionales de tren en la provincia de Ourense languidecen por problemas periódicos de averías, falta de espacio o escasas frecuencias, con el consiguiente perjuicio para un rural cada vez más castigado con la pérdida de servicios públicos.

En apenas un mes, la línea convencional que une Ourense con Santiago ha sufrido tres incidentes considerables, con dos trenes estropeados y el incendio de otro que no hacen más que provocar el desánimo de muchos de los usuarios, especialmente estudiantes de Carballiño o su comarca, que hacen uso del tren para desplazarse a la capital gallega.

El problema más reciente tuvo lugar el pasado domingo en el servicio extra que Renfe dota pensando en los universitarios, el cual se quedó parado en la parroquia de Bandeira (Silleda) tras una avería, manteniendo a los viajeros durante cinco horas en el convoy, con varios minutos a oscuras. "Es una vergüenza porque hace un mes sucedió lo mismo, aunque aquella vez consiguieron arreglarlo. Pero el domingo hubo momentos de tensión", explica uno de los afectados, que explica cómo fueron reubicados, cruzando una zona de piedras y un riachuelo sin apenas luz, en otro tren hasta un apeadero cercano, desde donde siguieron el viaje en autobús, llegando a Santiago pasadas la 1,30 horas de la madrugada.

Tónica habitual

"As avarías son habituais porque o material está moi degradado, e unha das liñas peor mantidas", destaca Juan Francisco Sánchez, portavoz de la sección ferroviaria del sindicato CGT, que reprocha que las inversiones destinadas al AVE "deixen ó resto baixo mínimos".

Los problemas del domingo no se limitaron a la avería, sino que ya en el momento de subir al tren en Carballiño, las 42 personas que lo hicieron solo contaban con diez asientos libres, lo que provocó que fueran apilados en los pasillos o en las puertas de los vagones.

Un susto más grande se llevaron el pasado 16 de febrero los viajeros del tren regional que partió de Santiago a media tarde con destino a Ourense, que nada más salir de la estación de O Carballiño se incendió en el apeadero de A Friela-Maside, alarmando a los 25 pasajeros que iban a bordo, que fueron desalojados sin que se tuviesen que lamentar daños personales.

Sobre estos últimos incidentes, Renfe pide calma a los viajeros, asegurando que los fallos "entran dentro de la normalidad", achacando esta sucesión de averías a una "mala racha que no debería volverse a repetir".

Protestas

Las quejas por los fallos de estos trenes regionales se acumulan en el Concello de Carballiño, donde su equipo de gobierno es plenamente consciente de que es urgente aplicar mejoras.

"Claro que nos preocupa e xa fixemos xestións porque non pasa nada ata que si pasa", destaca el portavoz socialista, Adolfo Nogueira, que critica, entre cosas, el hacinamiento de los pasajeros y que solo se ofrezca, salvo el domingo, una frecuencia al día para conectar con Santiago. "Si hai demanda para máis", asegura.

También mostró su malestar por los últimos incidentes en la línea convencional la diputada del BNG Noa Presas, "unha conexión abandonada pese a que a collen centos de estudantes". La nacionalista alerta que "estas situacións son o pan noso de cada día e non están garantidas nin a seguridade nin a conectividade", cuestiones que llevarán al Parlamento.

Desde el Concello de O Irixo, donde el servicio se reduce a paradas que deben ordenar los revisores si tienen noticia de alguien con billete, están "coa expectativa de perdelo todo".

Otros puntos

Carballiño y su comarca no son los únicos puntos de la provincia en la que la precariedad ferroviaria se hace notar. En Valdeorras, el alcalde de Petín, Miguel Bautista, era claro en el último pleno de la Diputación, antes de que se aprobara el acuerdo para urgir mejores conexiones: "Ourense tamén é Valdeorras, temos a liña a Palencia que nos conecta con Europa, País Vasco ou Barcelona, pero o primeiro rexional para a cidade non sae ata as 10 da mañá. Non temos dereitos? Imaxínense como estamos".

En una línea similar, el alcalde de O Barco, Alfredo García, miembro del Eixo Atlántico, ahondó recientemente en la necesidad de impulsar el "corredor atlántico" ferroviario, con un trazado que discurrirá por el Bierzo, Valdeorras y Lemos, que debe ser válido tanto para mercancías como para pasajeros.

Las comarcas de Allariz-Maceda, A Limia, Verín o Viana perdieron hace un lustro cualquier servicio regional de la línea que antes llegaba a Puebla de Sanabria. Solo en A Gudiña paran ahora algunos Alvia. 

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