VOCES FEMENINAS 2014

tUnE-yArDs arrasó el Teatro Principal

La propuesta de la artista estadounidense triunfó de forma rotunda en la séptima edición de un Voces Femeninas que abrió Ólöf Arnalds

Cuenta Simon Reynolds en 'Retromanía' que en plena explosión del northern soul, los dj's ocultaban las carátulas de los singles que pinchaban, para evitar que el nombre de esas canciones llegara a oídos de los pinchadiscos rivales. La información era sinónimo de poder. Inmersos ahora en el siglo XXI, con el acceso al conocimiento democratizado y al alcance de cualquiera con conexión a Internet, lo valioso no es ya lo enciclopédico, si no el ser capaz de filtrar, de seleccionar, de unir puntos con otros para construír algo nuevo. En el periodismo, en el cine o en la música, que cuenta como abanderados de esta nueva corriente a Ariel Pink, St. Vincent, Dirty Projectors, Animal Collective, Grizzly Bear, Youth Lagoon o la propia tUnE-yArDs, que arrasó este jueves el Voces Femeninas con un talento por momentos inabarcable. 

La exhibición de Merrill Garbus (estupendamente acompañada por Nate Brenner al bajo y sintetizadores, Dani Markham en la percursión y las voces de Jo Lampert y Abigail Nessen) fue absoluta desde el primer momento. Era un lujo para Ourense este Voces Femeninas, y las iniciales 'Gangsta' y 'Hey Life' lo confirmaron. Con ellas arrancó un concierto que se desarrolló siempre por el terreno que la estadounidense ha ido construyendo desde la aparición de 'BiRd-BrAiNs' (2009): una música libre y poderosa, que absorbe y cruza influencias del pop, del blues, del jazz, del R&B, de las armonías vocales africanas... para diseñar, casi de forma visionaria, algo que suena al siglo XXI. Una propuesta sofisticada (impresionantes 'Time dark' o 'Sink-O'), pero que busca los instintos primarios del oyente, a través de ritmos que incitan a saltar, a golpear el suelo, a pegar puñetazos al aire. A retornar a la infancia; y a cambiar las cosas. Porque en el concierto de ayer se manifestó lo que se vislumbra en las grabaciones: además de avanzado, hay algo en tUnE-yArDs de música de guerrilla, de inconformismo respecto a lo establecido. Un eje social que le da un valor añadido al carácter referencial que adquiere la estadounidense para las nuevas generaciones. 

Fue abrumador observar la inteligencia de alguien que no se agota de abrir nuevas puertas. Mientras, el setilist se agotó y los hits 'Water Fountain' y 'Bizness' salpicaron la recta final de un directo que se acabaría cerrando con la preciosa 'Look around'; despedida perfecta para un concierto inolvidable. Ovación para Merril Garbus y gratitud para los responsables de haber acercado esta propuesta a la ciudad. 

Antes, la séptima edición del Voces Femeninas había arrancado con Ólöf Arnalds. La islandesa, con una voz emocionante que enlaza con la tradición de mujeres como Kate Bush o Vashti Bunyan, sacudió a los espectadores desarrollando una propuesta que, partiendo de lo íntimo, acabó adquiriendo una hermosa empatía con la audiencia. Los ritmos pregrabados y la compañía de Skúli Sverrisson terminaron de  aportar empaque a un concierto que funcionó desde el primer momento.

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