El jefe de servicio de Menores de la Xunta cree que los conflictos afectan ya a todas las clases sociales

‘La tutela no se asume sin una investigación previa que provoque un caso de desamparo’

El niño, en una foto realizada por este periódico la semana pasada. (Foto: Miguel Ángel)
En pleno debate sobre la situación de M., el joven a quien sus padres se niegan a entregar a la Xunta, un experto en menores, el jefe de servicio de la Xunta, Roberto Castro, desmonta malos entendidos sobre los centros de tutela. Mientras, el abogado de los progenitores asegura que recomendó a sus defendidos que entregaran al menor.
¿Qué circunstancias tienen que darse para que la Xunta asuma la tutela de un menor? Según Roberto Castro, jefe de servicio de Menores en la Administración autonómica, la tutela va unida a una situación de desamparo, que se produce por tres causas generales: ‘Por el incumplimiento, por el imposible o por el inadecuado ejercicio de los deberes de protección por parte de los padres hacia los hijos. La tutela no se asume si no se ha acometido previamente una investigación y realizado una valoración de la situación del niño que lleve a la declaración de desamparo’.

El responsable autonómico hablaba así ayer mientras se ha abierto un compás de espera hasta que el juez tome declaración -previsiblemente el martes- a los padres del menor. Su abogado, José Manuel Rodríguez, precisaba que les aconsejó que cumpliesen la resolución judicial y entregasen a su hijo a la Xunta.

En cualquier caso, para Castro debe ‘quedar claro que no se llega a ese extremo si antes no han fracasado actuaciones preventivas’. Y hay, asegura, ‘muchas circunstancias posibles que pueden llevar a este escenario: abandono del menor, existencia de malos tratos, abusos sexuales, inducción a la mendicidad o delincuencia, etcétera’.

Preguntado sobre si la malnutrición sería otra circunstancia, Castro recalca que los hábitos no saludables que ponen en peligro la salud del menor aunque matiza, con respecto a si los menores que pasan a ser tutelados por la Xunta están por regla general en situación de marginación social o desarraigo familiar, o hay también menores de clases medias. A su juicio, en los últimos años el perfil está cambiando mucho: ‘No hay uno definido. Cada vez hay menores de más años, y si bien existen familias desestructuradas, atendemos a niños de todas las capas sociales. La incapacidad de los padres no tiene que ver con su clase social’.

La Xunta tiene informes psicológicos que ‘aconsejan’ el ingreso del niño ourensano

La administración autonómica informó ayer de que el pasado martes la secretaria xeral de Benestar, Susana López Abella, se reunió con el abogado de los padres del menor obeso.

Ante la petición de la familia del menor, reclamando informes de psicólogos que dicten si procede o no el ingreso en un centro tutelado, la Xunta precisó que ‘ya existen’ infor mes psicológicos que ‘aconsejan’ el ingreso del niño que padece obesidad. Otra cosa, señalaron las mismas fuentes, es que la familia sólo esté dispuesta a admitir psicólogos ‘que les den la razón’. La administración asegura que la Secretaría Xeral de Benestar cuenta con informes médicos y psicológicos, tanto vinculados a la Administración como a una asociación que trabaja con la infancia, que recomiendan el ingreso del menor en un centro. La Xunta reconoce que en la última semana se han producido varios contactos telefónicos, así como una reunión en Santiago, el martes, entre la subdirectora de Menores y la secretaria general de Bienestar y Familia, Susana López Abella, con el abogado de los padres, José Manuel Rodríguez.

Éste señaló que es partidario de que ‘los padres del menor hagan entrega del mismo a la Xunta’, aunque por otra parte ‘he llegado a comprender su decisión’. En todo caso, ‘cumplo con mi deber trasladando a escritos los deseos que me manifiestan los padres’.

‘Algunas familias tienen problemas para reconocer la problemática de los niños’

Roberto Castro, experto en menores, aclara que los centros de tutela son abiertos.

¿En qué clase de régimen viven los niños?

Totalmente abierto. Se les da alojamiento, manutención y, lo más importante: una atención integral. Los niños van al colegio de referencia que tengan los centros, realizan actividades dentro y fuera del centro, campamentos en vacaciones, etcétera. Una vida normalizada. Intentamos que los menores estén internados en centros lo más próximos posible al domicilio familiar. Porque de lo que se trata es que, salvados los problemas, los niños puedan incorporarse a sus familias.

¿Con qué periodicidad pueden los padres o tutores ver a los niños?

Dependiendo de cada caso, hasta todos los días. Los centros son abiertos.

¿Qué tiempo permanece el menor en el centro? Hay establecido un período máximo de dos años, suficientemente extenso para trabajar con el niño y la familia. En otros casos, la situación evoluciona tan bién que bastan seis meses.

¿Cuál acostumbra a ser la reacción de los padres cuando la Xunta asume la tutela?

Algunos se dan cuenta que la situación no mejora, y están de acuerdo con la decisión que se toma. En otros, no. Normalmente tienen dificultades las familias para entender la problemática del niño. Creen que la situación no es grave y que el niño está perfectamente atendido.

¿Es común que los padres se declaren en rebeldía?

Los padres lo que sí pueden hacer, y están en su derecho, es oponerse a las medidas que proponemos. ¿Cómo? Con un recurso en el juzgado. Están en su derecho a recurrir nuestras decisiones y aportar las pruebas oportunas parar rebatir nuestros argumentos. Y esto ocurre, y es bueno que pueda ocurrir.







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