TIROTEO DE TAMALLANCOS

Última palabra del tiroteador de Tamallancos: "El que quiere matar con una escopeta, mata"

Última sesión del juicio por el tiroteo de Tamallancos

Fotos Martiño Pinal
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El acusado del tiroteo de Tamallancos alega que no los quería matar: "Si hubiese querido, hubiese apuntado a la cabeza"

Visto para sentencia el juicio por el tiroteo en la gasolinera de Tamallancos. Este miércoles, la Audiencia Provincial de Ourense ha celebrado la última sesión del caso, en la que las partes han expresado sus conclusiones.

A falta de la decisión del juez, tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular (la familia que sufrió los disparos) han modificado la consideración respecto a la mujer del principal acusado. Si antes pedían para ella como "cooperadora necesaria" 30 años de prisión, ahora la califican como "cómplice".

Declaraciones

En esta sesión, el acusado ha aprovechado su última palabra para asegurar: "No los quise matar, si hubiese querido hubiese apuntado a la cabeza". Así, justifica los hechos aludiendo a que "no estaba en mis cabales, porque estaba sufriendo mucho por ver mal a mi niña".

Por otro lado, la mujer expresó que tiene "la conciencia muy tranquila porque dios sabe que no hice nada".

En cuanto a la pena, el Ministerio Fiscal ha solicitado tres años de prisión por dos delitos de homicidio y un año y seis meses de prisión por un delito de lesiones, haciendo un total de siete años y seis meses. Por su parte, la acusación particular la acusa de tres delitos por asesinato y pide siete años de prisión por cada uno, además suprime el daño moral.

Así las cosas, el Ministerio Fiscal sigue pidiendo 33 años de prisión para el acusado; nueve por cada uno de los delitos de homicidio en grado de tentativa, cuatro años de prisión por el delito de lesiones y dos por la tenencia ilícita de armas, ya que portaba una escopeta con el número de serie borrado y sin licencia.

Informes

Para la fiscal, el acusado conocía la diferencia entre postas y perdigones y eligió estos "por ser más dañinos". Además, cree que las víctimas "apenas pudieron reaccionar" y ve probado que hubo "persecución" "insistencia" y "reiteración", por lo que encuentra "una voluntad intencional" en los hechos.

Por su parte, la acusación particular pide las penas por asesinato y ve acreditado que hubo alevosía, porque "llevaba la escopeta oculta" y también porque "ubica las víctimas donde quiere, en la única zona ciega del área de servicio", lo que a su vista indica que el suceso "estaba planificado".

En cuanto a la defensa, pide la libre absolución de sus clientes y en caso de prisión para el varón una pena mínima, de un máximo de un año y seis meses, con atenuantes por alteración psíquica y por embriaguez, por "un abuso cronificado de alcohol y opiáceos".

"Los perdigones matan a una perdiz, a una persona es complicado", ha manifestado el letrado de los acusados sosteniendo que "el que quiere matar con una escopeta, mata". El juicio ha quedado visto para sentencia.

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