Un cartel en As Lagoas saluda irónico el "respeto y amabilidad" de los dueños de perros que no recogen de las aceras los excrementos de los animales. El problema se agudiza en calles de O Couto, A Ponte o en las riberas del Miño.
"Señores y señoras dueños de los perros que hacen sus necesidades en este tramo de acera, gracias por su respeto y amabilidad por que no pase ni un día sin dejarnos el regalo de sus mascotas. Teniendo en cuenta que disponemos de varios parques muy cerca de aquí, es todo un detalle que solo se acuerden de este sitio para aliviar a sus mascotas". Este es el mensaje, anónimo, que desde hace unos días recibe a los ciudadanos que pasean por la rúa Nova, en el barrio de As Lagoas. Está en el bajo del número 24.
De este portal sale Patricia Núñez con Sugus, su yorkshire de 8 meses. Lo lleva de la correa, de cuyo extremo cuelga un portabolsas. "Yo siempre recojo sus necesidades -señala el portabolsas- y lo llevo al parque, ya sabe donde tiene que hacer", comenta la joven al tiempo que demanda más parques caninos, como vía de solución para que los excrementos de las mascotas desaparezcan de calles como esta.
Por el parque del Campus pasea Pilar Silva con su american stafford de 5 años. Al ser un perro de mayor envergadura, lo lleva de la correa, atado en corto. No deja de vigilar sus movimientos. "Eu creo que é cousa dos cans pequenos, que os donos sóltanos e non se enteran de se fan ou non fan", comenta. "Eu, como o teño que levar atado, xa estou pendente de se teño que recoller as súas necesidades ou non, porque o vexo", reconoce. Además, se queja de que la mala imagen que provocan "uns cuantos" se extienda al resto de dueños de perros. "Basta con que unha ou dúas persoas non recollan os excrementos para que pareza que todos somos uns incívicos, porque iso non desaparece se non se limpa". Pilar también considera que se deberían habilitar más zonas caninas, "polo menos unha por cada barrio".
Camilo Alonso, sin embargo, discrepa en la posible solución y apunta a un problema de educación. Mientras hace la mudanza de su piso -en la misma comunidad en la que apareció el cartel de protesta- pide que haya un mayor control al respecto para que las sanciones sean realmente efectivas. "Creo que a xente está máis concienciada que fai uns anos, pero aínda non todo o que debería", se queja.
Pero este problema no se reduce a este barrio, también aparece en otros como O Couto, A Ponte o en el paseo de la ribera del Miño, por ejemplo. Así lo manifiestan desde plataformas como Ourense Animalista o la Asociación de Propietarios de Mascotas de Ourense (Apmou). El tesorero de Apmou, Miguel González, sostiene que "detrás dos animais ten que haber concienciación e civismo". Y en eso trabajan en su asociación, en acercarse a los ciudadanos para que adopten hábitos de convivencia. "Eu cando saio cos meus cans, que teño tres, levo bolsas para cen", se ríe.
Por su parte, el Concello trabaja en estas posibles soluciones. Durante este 2017 presentarán una campaña de concienciación y, hoy por hoy, "trabállase con normalidade. Nós chamamos á responsabilidade dos donos das mascotas, que son os responsables da recollida dos excrementos e estamos a traballar coas sancións", asegura José Araújo, concelleiro de Medio Ambiente. "Tamén, na medida do posible, imos intentar facilitar ao longo destes anos, a construcción de espazos para as mascotas", continúa.
Precisamente, la construcción de un parque canino en Santa Teresita será la primera actuación en la creación de una red de 16 instalaciones, que el departamento municipal contempla iniciar en breve.
