TRANSPORTE

El uso de bicicletas públicas se hunde en la ciudad con un contrato ‘precario'

El Concello anuncia una nueva concesión para impulsar la modalidad de transporte, que cayó de 6.000 usuarios en 2011 a 2.274 este año 

El servicio de alquiler de las bicicletas del Concello de Ourense atraviesa uno de sus momentos más difíciles. Así lo demuestran las estadísticas: si en el 2011 se registraron casi 6.100 préstamos, en lo que va de año solo se han contabilizado 2.274. El principal motivo de este descenso es la situación precaria en la que se encuentra el servicio municipal con menos bicicletas circulando y el mal estado en el que se encuentra parte de la flota. Desde el Concello atribuyen esta situación a la mala gestión del anterior gobierno municipal."No seu momento estaba máis coidado pero fórono abandoando ata o punto de que xa caducara o contrato coa empresa encargada do mantemento", explicó José Araújo, el actual concejal encargado de las áreas de Infraestructuras y Transporte Público.

Actualmente, San Mamede Bike es la empresa que se encarga de la gestión del servicio aunque el proceso burocrático para conocer la nueva firma concesionaria está ya en sus últimas fases. "Agora mesmo estamos traballano no novo contrato, que nos próximos días será xa unha realidade. Despois o que faremos será mellorar o estado das bicicletas para volver reactivar o servizo", dijo Araújo.

Sin embargo, el compromiso del actual gobierno municipal con el uso de la bicicleta va más allá. El programa electoral del Partido Popular de Ourense dedicaba un espacio a la implantación del carril bici en la ciudad y ya hay algunas propuestas. Es el caso del empresario ourensano Javier Barreal Requejo, que forma parte de la mesa de trabajo por el "Plan de Mobilidade". Barreal ha dibujado un carril bici "al más puro estilo holandés" con el que se unirían los principales lugares con más actividad de la ciudad.

El proyecto, de unos 9 kilómetros de vial, conectaría las estaciones de autobuses y de tren, el Campus, los institutos de As Lagoas, Xesús Ferro Couselo, O Couto y el Otero Pedrayo aunque "estoy pensando en darle 1 kilómetro más desde el Xardín do Posío hasta el Complexo Hospitalario, porque ahí trabajan cerca de 4.000 personas y hay que darles servicio", explicó Barreal. Dice que con la bicicleta eléctrica, la dificultad de las cuestas está "más que superada". Además, señala que se trata de un sistema de movilidad "muy divertido con el que no hay que sudar la camisa para ir a trabajar y que es el futuro". El carril bici que él ha dibujado, aunque en algún tramo puede compartir espacio con los coches, está segregado de la circulación y no afectará a "prácticamente ninguna plaza de aparcamiento".

La moda de las dos ruedas llegó a Ourense en el año 2007, convirtiéndose así en la ciudad gallega pionera en la puesta en marcha de esta iniciativa con la que se pretendía hacer un guiño al medio ambiente. Desde aquel entonces, un total de 4.864 ourensanos se dieron de alta en este servicio, tras solicitar en la Concellería de Medio Ambiente la tarjeta con la que se pueden abrir los cepos que inmovilizan los velocípedos. Su coste es de 5,30 euros al año. El proyecto se puso en marcha con cinco puntos de aparcamiento, que en 2010 se vieron duplicados con el objetivo de potenciar el uso de la bicicleta entre los ourensanos. De esta forma, existen en la actualidad diez estaciones de recogida y depósito de los velocípedos ubicadas en la Praza de Bispo Cesáreo (Alameda), pabellón de Os Remedios, Avenida Zamora (Mariñamansa), Universidad, Praza do Couto, Aula Naturaleza (Oira), Parque San Lázaro, A Chavasqueira, Complexo Hospitalario y Praza da Marina. Cada aparcamiento tiene capacidad para diez bicicletas aunque la flota de cada una de las bases se ha visto mermada en los últimos años.

Te puede interesar