Reducir los niveles medios de tráfico urbano, sobre todo en el centro de la ciudad, y disuadir a los ciudadanos del uso del automóvil en distancias cortas y en horas puntas para evitar atascos. Esas son, básicamente, las recomendaciones que se extraen del Plan de Mobilidade Urbana Sostible que ayer aprobó la junta de gobierno local y que, en realidad, es 'el inicio de un plan más completo, vinculado al nuevo PXOM. Esto es un análisis de la situación actual y de las líneas por las que podemos seguir en materia de movilidad', explica la concejala del área, Susana Bayo.
Del estudio se desprende que diariamente se realizan en la comarca de Ourense 314.100 desplazamientos, de los que 186.700 se realizan dentro del área urbana de la ciudad -sólo el 21% en transporte público-. Además, el estudio contabiliza cada día en Ourense 36.300 viajes procedentes de los concellos limítrofes, mientras que del resto de la provincia se registran 59.500 viajes más, por lo que en total, la ciudad registra 282.500 desplazamientos diarios.
Así, el estudio señala que la movilidad motorizada que se desarrolla dentro del municipio representa prácticamente el 90% de toda la del área metropolitana debido 'al elevado peso de la ciudad con respecto al conjunto del área urbana' mientras que la movilidad interior de Ourense consigue tasas próximas al 60%, 'lo que refleja el relativo poco peso que representan los restantes municipios del área urbana en términos de movilidad, así como la excesiva dependencia del vehículo para los movimientos en el interior de la ciudad'. Ante esta situación, los accesos viarios de circunvalación de la ciudad registran elevadas intensidades de tráfico, principalmente ocasionada por los viajes de tipo laboral y porque la tasa de ocupación por vehículo privado es notablemente baja, hasta el punto de que el 40% de los turismos está ocupados exclusivamente por el conductor -la media de los grandes núcleos gallegos es de 50%-.
En cuanto al diagnóstico que realiza el plan sobre la configuración de la red viaria se deduce que las principales vías de comunicación se configuran de norte a sur con el trazado de la antigua carretera nacional, actualmente la calle Progreso y la avenida de Zamora. Por otro lado, el documento, realizado por la consultoría Equipo de Técnicos en Transporte y Territorio en coordinación con el Concello, considera que algunas de las infraestructuras realizadas en los últimos años adolecen de carencias en su integración urbana.
Ese es el caso de la ejecución del acceso norte de la A-52 en Quintela y la segregación de los sentidos de circulación en la carretera N-120, que a juicio del estudio, precisarían una recomposición urbana. También el acceso centro se encuentra en esta situación, puesto que su ejecución 'quebró excesivamente el frágil espacio de la ribera sur del Miño y contribuye a la congestión de la avenida Ribeira Sacra.
Mientras, las actuaciones realizadas en la OU-536 -tramo avenida de Buenos Aires-Pereiro de Aguiar-, aunque mejoraron la accesibilidad desde el este de la ciudad el estudio echa en falta vías de servicio y sendas peatonales y ciclistas.
Así, el estudio señala que la movilidad motorizada que se desarrolla dentro del municipio representa prácticamente el 90% de toda la del área metropolitana debido 'al elevado peso de la ciudad con respecto al conjunto del área urbana' mientras que la movilidad interior de Ourense consigue tasas próximas al 60%, 'lo que refleja el relativo poco peso que representan los restantes municipios del área urbana en términos de movilidad, así como la excesiva dependencia del vehículo para los movimientos en el interior de la ciudad'. Ante esta situación, los accesos viarios de circunvalación de la ciudad registran elevadas intensidades de tráfico, principalmente ocasionada por los viajes de tipo laboral y porque la tasa de ocupación por vehículo privado es notablemente baja, hasta el punto de que el 40% de los turismos está ocupados exclusivamente por el conductor -la media de los grandes núcleos gallegos es de 50%-.
En cuanto al diagnóstico que realiza el plan sobre la configuración de la red viaria se deduce que las principales vías de comunicación se configuran de norte a sur con el trazado de la antigua carretera nacional, actualmente la calle Progreso y la avenida de Zamora. Por otro lado, el documento, realizado por la consultoría Equipo de Técnicos en Transporte y Territorio en coordinación con el Concello, considera que algunas de las infraestructuras realizadas en los últimos años adolecen de carencias en su integración urbana.
Ese es el caso de la ejecución del acceso norte de la A-52 en Quintela y la segregación de los sentidos de circulación en la carretera N-120, que a juicio del estudio, precisarían una recomposición urbana. También el acceso centro se encuentra en esta situación, puesto que su ejecución 'quebró excesivamente el frágil espacio de la ribera sur del Miño y contribuye a la congestión de la avenida Ribeira Sacra.
Mientras, las actuaciones realizadas en la OU-536 -tramo avenida de Buenos Aires-Pereiro de Aguiar-, aunque mejoraron la accesibilidad desde el este de la ciudad el estudio echa en falta vías de servicio y sendas peatonales y ciclistas.
