Cuando adquirimos un coche, lo normal es que se den dos posibles situaciones. Una de ellas es que compremos el coche de segunda mano, por lo que el vehículo ya se encuentra matriculado y solo hay que cambiar el propietario que figura en los registros. La otra opción, es que acudamos a un concesionario para comprar un coche nuevo. En este caso, el vehículo estará sin matricular, pero, habitualmente, son los propios concesionarios los que se ofrecen a matricular el coche. Ante esta situación podemos dejarles matricularlo, abonando el extra que suponga, o realizar la matriculación del coche.
Aunque los concesionarios son los que suelen matricular los coches una vez vendidos, este proceso puede realizarse de manera simple, el único problema, es que este paso es necesario para poder circular con el vehículo. Todo vehículo debe ser matriculado, a excepción de remolques y semiremolques de masa máxima autorizada (m.m.a) inferior a 750 kilogramos. Además de los vehículos de movilidad personal (VMP).
Dependiendo de la época del año, ya que la cantidad de trámites fluctúa a lo largo del año, el tiempo necesario para obtener la matriculación varía. Habitualmente, suele necesitar un período de 3 a 4 días, aunque este puede extenderse.
Así puedes matricular tu coche
Para poder matricular nuestro nuevo coche deberemos acudir a la Dirección General de Tráfico, donde deberemos solicitar una cita para realizar la matriculación. Una vez llegue la cita, asignarán a nuestro vehículo un número de matrícula junto con un permiso de circulación. Este proceso supone un coste del trámite: 27,85 euros para ciclomotores y de 99,77 euros para cualquier otro tipo de vehículo.
