La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha una normativa transitoria sobre los vehículos de movilidad personal (VMP), entre los que se incluyen los patinetes eléctricos, y que entró en vigor ayer, jueves. Por la ciudad, algunos de los usuarios de estos aparatos se adaptan a las nuevas normas. Otros todavía no se han enterado.
Aquellos que usan los patinetes eléctricos son conscientes de la necesidad de una regulación para dejar claras las normas a seguir porque "no todos son responsables", señala Daniel Arenas, un usuario que afirma conocer esta reciente normativa. “Es preciso una regulación porque hay algunos usuarios por la acera que van como locos y son un peligro para los peatones”, afirma Daniel. El vacío legal hasta ahora causó problemas de convivencia que las nuevas medidas pretenden resolver, a la espera de un Real Decreto. "Es normal que se hagan estas cosas, los patinetes son algo muy reciente y está bien que se marquen unos límites", comenta Pablo González y añade que la mayoría de los problemas los causan los usuarios "irresponsables".
Una de las medidas más destacadas es la prohibición a estos vehículos de usar las aceras y vías peatonales, relegándolos a las carreteras de circulación de coches. “Con esto sufrimos el riesgo de salir mal parados, en muchas calles no se respetan los límites de velocidad y pasan a nuestro lado a mucho más de lo permitido”, afirma Daniel. El principal reclamo que tienen es la falta de un espacio seguro habilitado para ellos. "No quieren que andemos por las aceras,pero tampoco nos dan un sitio para que circulemos tranquilos, tanto nosotros como las bicicletas", expresa Héctor Carrera, que todavía no estaba al tanto de este reciente reglamento. Daniel también comparte su idea: "Es un modo de desplazamiento sostenible, como las bicicletas, y sigue sin haber un simple carril para ellas en muchas ciudades".
Comprenden la necesidad de cubrir este espacio ante los peligros para los peatones. "Yo cuando voy por la acera y hay muchos peatones me bajo del patinete, porque es seguro tanto para ellos como para mí, otros usuarios no lo hacen y es cuando puede haber atropellos", cuenta Héctor. Pese a ello, al conocer algunas de las multas que pueden llegar hasta los mil euros si conducen en estado ebrio, comenta que son "tan elevadas como para el conductor de un coche". Para Héctor es su medio de transporte al trabajo y recrimina que no pueden "quitarle sin darle las herramientas necesarias"
Otra de las peticiones que tienen es que no disponen de lugares seguros en los que dejar aparcados sus patinetes eléctricos: “Faltan sitios también donde poder dejarlos, si no tienes un espacio en el que guardarlo, ¿dónde lo metes? ¿Lo dejas en la calle sin nada para que lo roben?”, se pregunta Daniel. Por otro lado, Pablo se decanta por una necesaria "concienciación" y "convivencia" entre todos los usuarios de las vías públicas.
Desde el Concello están trabajando en las medidas operativas que le corresponden en la ordenanza municipal, según María del Mar Fernández Dibuja, concejala de Seguridade Cidadá. Asegura que harán "que se cumpla la ley".
