Ciudad

Las vallas del Puente Romano: “Aquí nadie hace nada"

OURENSE 9/02/202 .- Valla junto al Puente Romano. José Paz
photo_camera Acera vallada en el Puente Romano, a la entrada del barrio pontino. (Foto: José Paz)
Vecinos y comerciantes de A Ponte reclaman una solución para la acera

Vecinos y comerciantes de A Ponte reclaman soluciones, desde hace 18 meses, a la acera vallada del Puente Romano por riesgo de derrumbe. Estos días, la Xunta daba luz verde para la licitación de la segunda fase del proyecto de mejoras del entorno del monumento, pero la acera no está contemplada. 

"No se entiende qué pasa, llevamos así desde julio de 2018 y nadie hace nada", apunta María José González, vecina de A Ponte desde hace 40 años. La Xunta deja la pelota sobre el Concello –porque la acera está "fuera" del propio Puente Romano–, pero el gobierno local asegura que pertenece a la administración autonómica. El pasado mes de octubre, Miguel Caride, concejal de Infraestruturas, aseguraba que no existe "cobertura jurídica" para ejecutar las obras en la parte baja de la acera, necesarias para solucionar una situación que se prolonga más de lo esperado para la ciudadanía.

Feísmo

Los vecinos de la zona reivindican la dignidad del Puente Romano, afeado por las vallas de la acera. "Por aquí pasan turistas todos los días para ir a las termas, el trenecito cruza por aquí, muchos peregrinos también... Pero parece que a nadie le importa que el monumento más importante de Ourense tenga este aspecto", apuntan desde la calle Ribeiriño. "Es una vergüenza que llevemos todo este tiempo con esa acera inutilizada al lado de un monumento precioso que nos representa ", añaden. "Para otras cosas están más listos, pero para todo lo que sea invertir...", opina la vecina Noelia Pérez. 

Parte del espacio vallado es utilizado por la cafetetería cercana para guardar las sillas de la terraza, que se ven obligados a montar en el propio pavimento del Puente. El cercado de la acera permite la entrada a una farmacia y a un edificio habitado, cuyos vecinos acceden a su portal entre la alambrada. "¿Qué sentido tiene? Si fuese de verdad un peligro habrían hecho algo ya, ¿no? ¿O solo se van a responsabilizar si hay alguna desgracia?", señala un lugareño. El vecindario reclama a las administraciones ponerse de acuerdo en la titularidad y trabajar "en beneficio" de los ourensanos: "¿Cómo no va a ser de nadie? ¿Eso quien se lo cree?".



Afectación en los comercios más cercanos al puente

Meses después de que el gobierno local cercase la acera, la cafetería de la esquina bajó la persiana –la terraza se quedó reducida a menos de la mitad debido a las vallas–. Actualmente, el establecimiento vuelve a estar en funcionamiento, pero con un número muy reducido de sillas y mesas. La farmacia de la zona vio cómo se reducía considerablemente el número de clientes, ya que el cercado tapa por completo su escaparate y provoca la idea errónea de que el negocio está cerrado.

"Si no sabes que está abierta no vas allí porque crees que la farmacia ya no funciona", apunta un vecino de la calle Ribeiriño. Muchos echan en falta la reivindicación de la asociación vecinal: "No se sabe nada de ellos, y esto es algo que afecta tanto a los que vivimos aquí como a los que tienen sus negocios en el barrio".

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