Los valles ourensanos, helados y con el termómetro bajo cero

En Verín se registraron  -7 grados mientras que en la montaña de Manzaneda llegaron a -4

Las calles de Ourense amanecieron llenas de sal, con lo que se pudieron evitar numerosos resbalones y caídas. Esta estampa blanca ocurrió ayer y se repite hoy porque las  temperaturas descendieron por debajo de los cero grados. El Casco Vello, algunas entradas y salidas de centros educativos o Expourense fueron algunas de las zonas que se cubrieron de cloruro de sodio para que el hielo desapareciese. Otras, como la estación de tren, aún conservaban parte del hielo a media mañana.

Y es que ayer en Ourense se llegaron a registrar 3,7 grados bajo cero. Pese a que el invierno se rezagó este año, que empezaba con un récord de temperaturas máximas, finalmente llegó el frío. 

Las zonas de valle de la provincia fueron las que registraron los valores más negativos. En Verín se alcanzaron los -7 grados, la temperatura más baja de Galicia. Mientras, en Manzaneda llegaban en -4,6.

El fenómeno que provoca que haga más frío en los valles que en la alta montaña se llama inversión térmica. Ocurre porque hay poco  viento, el aire no se mezcla y el frío -que es más pesado- queda depositado en las superficies de las zonas de valle. Esto provoca que por la noche desciendan fuertemente las temperaturas y que por las mañanas se generen heladas. La inversión térmica es un efecto habitual cuando el anticiclón protege a la comunidad gallega y no hay viento. 

Esta situación se mantendrá hasta mañana, cuando el cielo se cubrirá en buena parte de la provincia y el terreno se calentará ligeramente. Sin embargo, será un visto y no visto, porque la próxima semana volverán a registrarse valores negativos. Así, de los -3,7 grados de mínima de ayer se saltará a los  ocho el domingo para, el lunes, volver a pasar a los 3 grados. 

Un invieno caluroso

Pese a que los pasados días se registraron temperaturas bajas, hasta ahora enero se presentó “con máximas que quedaron por encima de la media”, señala María Souto, de MeteoGalicia. El año pasado, los termómetros bajaron más allá de los -10 grados. 

Lo mismo ocurrió en diciembre, cuando se registraron temperaturas también elevadas para la época del año. En la ciudad, se llegaron a  superar los 23 grados en la provincia.

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