La solución provisional del corredor de ancho mixto entre Taboadela y la estaciónd de Ourense podría ser más provisional de lo que en principio se esperaba. El anuncio realizado por José Luis Ábalos el pasado 21 de diciembre de que los dos primeros contratos podrían ser licitados este año y contar con financiación europea resultó tan sorprendente como su silencio sobre la futura estación de Ourense. Hace tan solo un año, mientras la variante exterior parecía algo lejano, la estación en cambio se acercaba, sobre todo tras el anuncio de la licitación de los primeros contratos que habían asegurado que se realizarían en el pasado 2020 tanto el delegado del gobierno en Galicia como el director general de Adif Alta Velocidad.
En 2020, se iniciaron los expedientes de expropiación de los terrenos afectados por los dos primeros tramos de la variante, los mismos a los que se refirió Ábalos en Laza el pasado mes de diciembre: túnel de Rante-conexión Seixalbo y la conexión Seixalbo-Seixalbo.
Se trata de una parte importante de la variante exterior, que suma 8,7 kilómetros de longitud y que discurre por los términos municipales de Taboadela, San Cibrao das Viñas y entra en el de Ourense. Algo más de tres kilómetros discurren en dos túneles. El mayor es el de Rante, de 3,440 kilómetros. El siguiente es el de Curuxeiras, de 123,5.
Una vez en Seixalbo, la variante y la vieja línea de Zamora discurrirán en paralelo, de tal manera que adosándose la una a la otra conformen una plataforma de vía doble, una de ellas de tres carriles para la circulación de trenes de ancho ibérico o de ancho de alta velocidad, indistintamente, y la otra de ancho estándar para los trenes de alta velocidad. De momento solo se plantean las obras de estos dos primeros subtramos de la variante exterior en el calendario del ministerio de Transportes, pero no el más complejo de los tres que es el siguiente, entre Seixalbo y la estación de Ourense, cruzando con el túnel de Montealegre y un viaducto sobre el Miño hasta la margen derecha del río a partir de la cual, la línea entraría en la estación de Ourense en paralelo a la de Monforte. Hay consignados 29 millones en el presupuesto de este año, de los 475 en los que ha sido valorada esta obra que, con una longitud de poco más de 16 kilómetros no solo culminaría la línea de alta velocidad a Ourense, también liberaría la ciudad de los últimos 7 kilómetros de la línea convencional. Su plazo de ejecución entre 4 y 5 años, pondría la fecha de entrada en servicio en 2026 o 2027.
