Los ourensanos fueron los menos satisfechos con su vivienda en el encierro

La pandemia puso en valor muchos elementos de la vida cotidiana que, en la mayoría de los casos, habían pasado desapercibidos hasta la irrupción de la pandemia. Con las restricciones a la movilidad y a las actividades en espacios abiertos, las viviendas se convirtieron en un espacio fundamental, en el que sus habitantes pasaron la mayor parte de su tiempo. En ese sentido, los ourensanos fueron los gallegos que menos satisfechos quedaron con su morada tras esta experiencia, ya que un 30% descubrió que su hogar no tenía el tamaño adecuado para transcurrir tanto tiempo en él. El 70% restante se mostró feliz con su casa, de los que un 40% dijo que era “buena”, y un 30% la catalogó como “muy buena”.

Los habitantes de las otras provincias gallegas expresaron más satisfacción en este sentido, un apartado que lideran los coruñeses, de los que un 77% afirmaron tener una vivienda adecuada para pasar una pandemia. En Lugo, fue un 75% el que aseguró estar feliz con las condiciones de su morada, mientras que en Pontevedra representaron el 73,5%.

Los mejores patios

En lo que los ourensanos no dudan es en la calidad que presentan sus espacios exteriores, como patios y jardines, ya que solo un 13,5% se mostró descontento con estos lugares. El 24% aseguró que los espacios abiertos de su casa son “normales”, mientras que para el 34% son “buenos”, y para el 28,5%, “muy buenos”·

La mayor tasa de descontento en lo que respecta a estos espacios se encuentra en A Coruña, donde un 35% afirma que sus patios y jardines no son lo suficientemente buenos para pasar una pandemia, y, de estos, un 17% afirma que son “muy malos”. En Lugo es el 18% de la población la que no está satisfecha con los lugares abiertos, mientras que en Pontevedra la cifra alcanza el 21%.

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