SUCESO | OURENSE

El vecino que perdió su chabola bajo el Novísimo solicita ayuda al Concello

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photo_camera José Saburido, frente al huerto que riega a diario a orillas del Miño.
José Saburido se reúne este viernes con Asuntos Sociales tras el incendio de su casa

José Saburido, más conocido como Pepe, se muestra agradecido con las muestras de cariño que ha recibido de los ourensanos en los últimos días. Todo después de que manifestase su intención de recuperar la chabola que había construido hace décadas bajo el puente Novísimo y que una pareja, según fuentes de la investigación, quemó por completo tras entrar a robar el pasado 16 de julio. La solidaridad con este vecino de O Couto que se quedó sin casa de la noche a mañana se hizo patente con numerosas intenciones: ayuda con la comida para los siete gatos que aún cuida a diario en la zona o interés por ayudarle económicamente. La historia de José Saburido ha llegado al Concello de Ourense a través de la  implicación de las voluntarias de las colonias de gatos callejeros–Pepe también ejerce esta labor–, amigas de este vecino desde hace años. Por este motivo, el ente local les ha convocado a una reunión que se celebra hoy a la mañana. El objetivo de Pepe y su colaboradoras: una vivienda nueva. 

“No puede estar solo"

"Ha costado, pero Pepe ya está convencido de que debe vivir en un piso. Primero porque pueden acudir de nuevo a hacerle daño a la casa y quemársela de nuevo. Queremos pedirle al Concello de Ourense que le conceda una vivienda, ya que hay pisos vacíos en la zona de Vistahermosa", explica Marián, una de las amigas que le ayuda estos días a Pepe. Hasta hace unos días, Pepe no se imaginaba la vida en otro lugar que no fuese en su chabola bajo el puente Novísimo, donde no disponía de luz, aunque sí de agua y un pequeño huerto que sigue regando cada mañana. La decisión será difícil para este hombre, que sufre algún problema de salud.

"Hay que recordar que es un señor de 74 años, que está operado de la cadera y con otros problemas médicos. No puede vivir solo, eso está claro. Y aquí no tiene luz y tampoco se la van a poner", anota una de las amigas de Saburido. 

“Hoy por él y mañana por mí"

Lola Figueiras es la vecina de O Couto que aloja a José Saburido tras la tragedia. Se conocen desde hace años, como voluntarios de las colonias de gatos callejeros y paseantes habituales de las riberas del Miño. "Es lamentable lo que le han hecho. Pepe es muy buena persona, habla con todo el mundo. En mi casa se queda tan contento. Hoy por él y mañana por mí", explica esta mujer.


Una casa para Pepe


Pepe y sus colegas aseguran que hoy se reunirán con la concelaja de Asuntos Sociales, Eugenia Díaz Abella, a la que pedirán una solución para este vecino de O Couto, reclamando su derecho a una vivienda digna. A la expectativa de las actuaciones del Concello, Pepe y la gente que le ayuda a continuar con su vida tras el incendio (se quedó con lo puesto y en el interior de la chabola se le quemó hasta la documentación personal) asegura que si no se consigue nada para él, empezarán las iniciativas de recogidas de firmas y las ayudas para pagarle un pequeño alquiler en un piso. De momento, el sentimiento es de esperanza para que el Concello de Ourense tome alguna medida al respecto.


Los ourensanos, volcados


Han sido muchos los ciudadanos que se han preocupado por este vecino tan conocido que instaló su chabola bajo el Novísimo hace décadas. Ropa, comida para los siete gatos que cuida Pepe y ofrecimiento de dinero para el hombre son algunas de las muestras que ha recibido y que le han animado tras estos duros días. "Era mi casita, lo único que tengo", decía Pepe. 

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