Los ciudadanos del barrio ourensano critican la situación de la glorieta que enlaza con la A-52
Un paseo a lo largo del río Miño se ha convertido en un riesgo. No el paseo, sí a la hora de cruzar en la rotonda de salida hacia la autovía A-52, a apenas 50 metros del futuro centro de salud de O Couto. Porque no hay pasos de cebra y el trasiego de vehículos, y camiones, es constante. Ayer, a eso de las cuatro y media, María Lamas se las veía y deseaba. Tras varias miradas hacia los lados, tras varios amagos, al fin lo conseguía. Al fondo, el coche que la iba a devolver a casa. "Así todos los días cuando vengo del trabajo. Tienen que poner un paso de cebra ya", relata.
Porque el que hay está a unos pasos de la rotonda. No es suficiente. Cruzar se ha convertido en una aventura. Yendo hacia Vistahermosa hay otro en la rúa do Bispo Lourenzo, pero poco arregla porque se aleja de la rotonda.
Jonathan Suárez, un vecino de O Couto, remarca que "muchos vecinos pasan por esa rotonda, algunos ya mayores. La siguiente opción sería ir hasta el pabellón, pero nadie lo hace, cruzan por la glorieta. Y el riesgo de atropellos es grande. No hace falta ninguna obra faraónica, es tan simple como poner un paso de cebra con un pequeño badén, con una pequeña elevación. O con una señal lumínica que lo anuncie".
"Yo soy muy de caminar por la zona del río, y como yo mucha gente del barrio. Un día casi atropellan a una señora. Hasta que no pase algo... Mejor prevenir que curar", concluye.
Algo hay que hacer. Es también la opinión de José Gallego. "Salgo a andar casi todos los días, voy hasta Outariz. Si tengo que cruzar sé que voy a pasar un mal trago, prefiero no jugármela y seguir hacia delante", subraya.
Como él, María Nieves Gómez, sólo que ella hace el camino para ir y venir del trabajo. "Paso por aquí (por la rotonda) cuatro veces todos los días y es verdad que he visto gente del Couto que cruza por donde puede. Esto no puede estar así, si no ponen un semáforo al menos que coloquen un paso de cebra".
Agustín Nóvoa ha salido a pasear el perro. "Algo hay que hacer, todos aquí sabemos que sobre todo cuando el calor deja de apretar mucha gente sale a caminar por la orilla del río y luego lo pasa mal para poder cruzar. Cualquier día va a haber aquí un accidente", relata.
Igualmente muy claro lo tiene José Delgado, el presidente de la asociación de vecinos de O Couto. "En esa rotonda es necesario un paso de cebra, si no dos. Nosotros ya lo hemos dicho varias veces, es un verdadero peligro. Yo no tengo conocimiento de ningún accidente, pero riesgo de que haya alguno hay, mucho. La gente, cuando ve que no dejan de pasar coches, termina desesperándose y se mete. Llevamos tiempo diciendo que esa rotonda es muy peligrosa".
Y aquí, el problema de la titularidad de las vías, provincial, autonómico o estatal. El Concello de Ourense sólo puede arreglar la señalización horizontal en aquellas vías de las que es propietario. "Hemos solicitado en diversas ocasiones el pintado pero no hemos recibido respuesta", destacó hace unos días Carlos Campos, concejal de Tráfico, en relación a varios puntos conflictivos. La titularidad de esta rotonda es de Fomento.
Septiembre, fecha para abrir el centro de salud
La apertura del centro de salud es otra de las grandes peticiones de los vecinos del Couto, el segundo barrio más poblado de la ciudad de Ourense tras el centro. "De forma un poco extraoficial nos hemos enterado que los accesos están muy avanzados, pese a que llevan mucho retraso, y que podría estar en funcionamiento al fin en el mes de septiembre", asegura el presidente de la asociación de vecinos, José Delgado.
Y es que son un total de cuatro las asociaciones de vecinos afectadas, la propia de O Couto, la que está sufriendo la espera más directamente, pero también las de Vistahermosa, Rabo de Galo y Reza. No todos tendrán el médico en el nuevo centro, algunos de los del Couto seguirán en Juan XXIII y otros de Rabo de Galo en la Carballeira, pero sí el grueso de ellos.
Atrás queda ya la fecha prevista para la inauguración, prevista en su momento para finales del año pasado. Problemas con la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil relacionados con que parte de los terrenos se encontraban en zona inundable a los que se sumaron que el Concello de Ourense no pudo disponer de una partida para acometer la obra y tuvo que recurrir a una modificación de crédito han ido retrasando la apertura.
Más allá del centro de salud, las escaleras de bajada hacia los jardines de detrás de la iglesia de Fátima o la limpieza de aceras y calles son problemas que los vecinos del Couto llevan subrayando desde hace tiempo.
