Un total de 33 aviones continuaban ayer sofocando los dos fuegos, uno de ellos todavía activo, y con 85 militares colaborando en el dispositivo

Los vecinos de Cudeiro y A Lonia piden dureza con los incendiarios

En Cudeiro y A Lonia, las llamas de la tarde-noche dieron paso al cansancio e indignación de la mañana de ayer. Los vecinos a cuyas puertas se situó el fuego el miércoles, tardaron en coger el sueño. 'Dormí poquísimo, atenta a la evolución del fuego, que se veía por todas partes', aseguraba Mariam del Caño, a cuya finca con vivienda, en Sabadelle (Pereiro de Aguiar), llegó a asomar el incendio que se extendió desde A Lonia. De hecho, aún continuaba ayer activo, incluida la alerta 1, por el riesgo para las viviendas, pese a la gran cantidad de medios desplegados.
Del Caño deambuló de madrugada por una vivienda que tuvo que pertrechar para intentar ponerle puertas al humo. 'Yo calculo que el interior de la casa estaba a 40 grados', comenta. Y, tras el duermevela nocturno, escuchando el crujido del fuego, por la mañana tocó fregona y manguera teniendo muy presente que el rastro de ceniza y humo 'tardará en desaparecer'.

Al pie de su casa está la de su hermana Maribel y su cuñado, a quienes el fuego derritió el mobiliario del jardín, les quemó los 1.200 metros de la tela del cierre que estaban colocando y hasta las chispas agujerearon la ropa del tendal y las manguera del riego. En total, según dicen los afectados, los daños podrían alcanzar los 5.000 euros.

Estas dos familias, con casas sobre una agreste ladera y espectaculares vistas de la ciudad, ahora tiznadas de hollín, hablan de la llamada 'maldición de agosto'. 'Cuando llega este mes sabes que tarde o temprano te va a tocar, porque siempre es la misma penitencia', dicen las hermanas Del Caño.

Precisamente, según recuerdan, hacía justamente ocho años y un día que vivieron 'una situación mucho peor'. El incendio del 20 de agosto de 2005 derritió persianas en Sabadelle y afectó a servicios básicos como la luz.

Muchos de los vecinos de esa pequeña localidad, con muchas segundas viviendas, creen que hay demasiada mano izquierda con quienes queman los montes. 'El 70% de los que son juzgados los absuelven o les ponen unas penas de risa, con lo cual cada dos por tres vuelven a hacer lo mismo', asegura indignado el marido de Maribel del Caño. A él no le cabe la mínima duda de que detrás de los incendios del verano hay una mano que prende. 'Ayer -por el miércoles- en cinco minutos teníamos tres focos pegados a la casa', asegura a la hora de ejemplificar la intencionalidad.

Más aún, según su parecer, 'el problema reside en que se hizo un negocio en torno al fuego, algo que los políticos año tras año son incapaces de resolver'.

No muy lejos de este núcleo, pero al noreste, en Cudeiro -Ourense-, los vecinos también aseguran sentirse hartos de lo que ahí consideran un clásico del verano. 'Siempre es lo mismo, plantan al pie de la carretera, en Valdorregueiro', dicen.

ALERTA EN VELLE

En el día de ayer, Medio Rural continuó con la alerta 1 sobre A Lonia-Velle, en donde el fuego consumió 100 hectáreas. Sobre el terreno siguieron trabajando 16 brigadas, cinco motobombas y 13 aeronaves, además de 85 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias.

La Xunta dio por controlado el fuego de Cudeiro y desactivó la alerta 1 ayer por la mañana. El operativo de extinción incluyó 10 aviones, otros tantos helicópteros, siete motobombas y hasta 14 brigadas.

Los dos incendios del miércoles, con varios focos, se propagaron con facilidad debido a las condiciones atmosféricas, pero también por el mal estado en el que se encuentran los montes, tal como aseguran los más mayores del lugar. 'Antes as vacas e as ovellas estaban no monte e non había maleza', dice Elvira Grande, quien , a sus 90 años, sabe perfectamente de lo que habla.

Arden 90 hectáreas en A Veiga, 41 en Molgas y 25 en Montederramo
El resto de la provincia se vio afectada por nuevos incendios forestales que se registraron en núcleos situados en los concellos de Chandrexa de Queixa, Vilamarín, Barbadás y en la zona limítrofe entre O Barco y Carballeda de Valdeorras.
Al mismo tiempo, continuaron precisando medios otros fuegos que comenzaron el miércoles. Es el caso de A Veiga (San Lorenzo), en donde Medio Rural daba por controladas las llamas que prendieron a las 16,29 del miércoles. Este fuego afectó a 90 hectáreas, 40 de arbolado y 50 de raso. El operativo desplegado estuvo integrado por cinco helicópteros, otros tantos aviones, nueve motobombas y 20 brigadas.
Las llamas arrasaron 41 hectáreas en Baños de Molgas (Ambía) y 25 en Montederramo. Ambos fuegos se iniciaron el miércoles y a última hora de ayer se extinguía el último.
Vilamarín registró su cuarto incendio en una semana. Esta vez, en una zona arbolada próxima a la iglesia de Pazos do Monte, a sólo un kilómetro del anterior.
Entre las incidencias de la jornada cabe destacar la avería que provocó el incendio del extrarradio de la ciudad en los servicios de telefonía y cable de siete concellos gallegos: San Cibrao, Xinzo, A Rúa, Verín, O Barco, Monforte y Chantada (Lugo) al afectar a un kilómetro de fibra óptica.
Gas Natural-Fenosa reconoció cortes en el suministro eléctrico en la ciudad , una medida que se tomó por precaución antes la presencia de numerosos medios aéreos. Ese corte afectó a una centralita donde se gestionan las líneas telefónicas de Pereiro de Aguiar.
También la Guardia Civil daba a conocer la denuncia contra un vecino de A Teixeira de 80 años por un supuesto delito de incendio forestal imprudente tras una quema de residuos forestales.

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