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Los vecinos se rinden al San Martiño: "É un día para charlar e pasalo ben"

Diversas asociaciones de la ciudad celebraron el patrón ourensano a base de castañas, vino, pan y mucha alegría

Los vecinos de la ciudad saben cómo disfrutar del magosto, y ayer dieron buena cuenta de ello. Las asociaciones de Peliquín, Castro de Beiro, Santa Lucía de Rairo y Seixalbo propusieron a los ourensanos salir a la calle y disfrutar del San Martiño en comunidad. El tiempo acompañó, y los vecinos se animaron a charlar, pasárselo bien y, cómo no, disfrutar de la gastronomía típica. 

En Peliquín y Castro de Beiro la celebración comenzó sobre las dos de la tarde, con menú completo. Una gran carpa acogió en Castro de Beiro la comida de confraternización, que los propios vecinos se encargaron de preparar en la parrilla. Pequeños y mayores disfrutaron de la jornada, que acabó bien entrada la tarde. Los vecinos de Peliquín se decantaron por el local de la asociación vecinal, que por segundo año acoge la tradicional celebración. "O menú é a base de empanada de carne, chourizos, criollos e costilla de porco, que polo que me dixeron gustoulles a moitos", señala Ricardo Vázquez Rodríguez, presidente de la asociación. De postre, como no podía ser de otra forma: café, bizcocho, licores y castañas. "A participación foi un pouco máis baixa co ano pasado, pero estamos contentos, é un día para charlar cos veciños e pasalo ben", comenta Vázquez. Los de Peliquín también organizaron un concurso de filloas, que después de comer también tuvieron ocasión de probar. 


"Temos unha tarde bárbara"


Santa Lucía de Rairo y Seixalbo celebraron el magosto en turno de tarde. En Rairo, los vecinos se decantaron por merendar en el local de la asociación, mientras que en Seixalbo, optaron por organizarlo en la plaza mayor. 

"Temos unha tarde bárbara, o tempo acompañou moito, non fai frio, e a xente animouse", explica Xosé Carballido, de la Asociación San Breixo de Seixalbo. Sobre 250 personas se reunieron en el núcleo  para festejar el magosto más tradicional. "Nós optamos por un magosto rústico, na rúa, a xente está comendo as castañas e, sobre todo, falando uns cos outros", comenta Carballido. La organización compró 500 criollos y 500 chorizos, de los que apenas media hora después de comenzar la celebración ya quedaban muy pocos. "Da gusto ver á xente socializando en comunidade, os maiores contándolle aos pequenos como festexaban antes os magostos...", señala el presidente de San Breixo. 

Tras la jornada electoral del domingo, los vecinos ourensanos dejaron claro que no hay mejor forma de digerir los resultados que a base de castañas, sobremesa y conversación. "Despois do desastre non veu nada mal un pouco de alegría", señala Ricardo Vázquez, de Peliquín.

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