“Los vecinos venían como toros"

19.08.16.TRASMIRAS.CONCELLO.REPORTAXE IBI.
photo_camera Manuel y David Montero, afectados en Trasmiras.

Alcaldes de concellos afectados por la regularización catastral reconocen que la medida ha supuesto lidiar con el descontento de sus vecinos, que han visto como se ha multiplicado la cuantía de sus impuestos.

"Como toros". Así define el alcalde de Verea, Juan Martínez, el estado en el que se presentaban algunos vecinos del ayuntamiento cuando se encontraron, hace dos meses, con los recibos del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). "Al ser los primeros, recibimos palos de todo el mundo, hasta el punto de que decían que la subida era cosa del alcalde", comenta Martínez, que señala que "cuando les explicabas las cosas y, sobre todo les mostrabas las fotos de las obras o la piscina de turno, callaban".

Como en otros 37 ayuntamientos, la revisión catastral ha supuesto cientos de actuaciones en Verea -concretamente, 1.200- y, según comentaba el regidor, supondrá un incremento anual de 30.000 euros. "Este año, como la revisión se hace de los cuatro últimos años, tendremos un ingreso de 120.000 euros. Pero ese dinero habrá que dejarlo ahí, en caja, y el año que viene meterlo en el presupuesto y destinarlo a obras sostenibles, que es de lo poco que nos dejan", señalaba el regidor del Partido Popular.

Una situación similar se vive en Trasmiras, donde la anterior revisión catastral databa del año 1991. Desde entonces, el Concello había intentado en una ocasión regularizar centenar y medio de expedientes, que llegaron al catastro pero no se les dio curso. La revisión de 2015 sacó a la luz 350 nuevas altas, entre ampliaciones de vivienda, piscinas o construcciones de garajes y almacenes. El alcalde, Emilio Pazos, pone como ejemplo a sus padres. En los años setenta levantaron una casa de unos 90 metros cuadrados, luego adosaron una cocina, luego una terraza, primero abierta, después techada, más tarde un garaje y hasta "unha palleira" que terminó convirtiéndose en un almacen. La contribución, que antes de la regularización era de 70 euros, es ahora de más de 200. La vivienda creció hasta los 280 metros cuadrados.

Emilio Pazos advierte que desde el Concello ofrecieron siempre información a los vecinos de la subida de la contribución urbana. "Mesmo cando tiñamos por diante unha campaña electoral coma a das pasadas municipais, nunca escondemos o problema", asegura Pazos, que reconoce que "non había o costume de regularizar".

En cuanto al impacto en Trasmiras, Pazos reconoce que hay vecinos a los que la factura se les ha disparado, "porque hai moitas casas de trescentos ou catrocentos metros que estaban pagando pola construción de hai cincoenta anos". La factura más alta para una vivienda en el concello ronda los 650 euros.

En Ramirás, la revisión catastral se cerró a 30 de octubre de 2015, por lo que los recibos del IBI de este año ya han llegado con la actualización e incremento correspondiente. El alcalde, Juan Carlos Rodríguez, explicaba que "hubo una crítica general por la subida cuando no llegaron los recibos, pero no tengo constancia de que hubiera incidencias por la introducción de piscinas, galpones y demás". 

En este municipio de Terras de Celanova se contabilizaron, según datos municipales, un total de 480 expedientes. Sobre el incremento de la recaudación a las arcas municipales, las mismas fuentes explicaron que se aumentará en unos 25 euros la recaudación de 2016, en comparación con el ejercicio anterior que se cerró con unos 75.000 euros.

Afectados por la regularización creen que la medida ha sido “recaudatoria"

David Montero, de 35 años, atiende el taller de neumáticos Montero Jogui Sport, en la salida de Trasmiras hacia Xinzo. La propiedad es de su padre, Manuel, de 69, ya jubilado, que esta mañana de viernes saluda a la clientela y, cuando se le pregunta por la revisión catastral, arqueaba las cejas y apretaba los labios. "Que si foi unha medida recadatoria? Sin comentarios".

Manuel cobra una pensión de unos 800 euros y paga unos 400 anuales por la casa (con piscina) por la que antes pagaba 120. "É excesivo para os cartos que ten a xente normal", añade. 
A su lado, David asiente. No recuerda si hubo advertencia antes de que llegara la primera factura. En el caso del taller son 500 euros. "O primeiro golpe foi moi grande, houbo que pagar cinco anos e como se puido. É verdade que nós tiñamos que haber regularizado antes, pero tamén penso que a suba tiña que ter sido progresiva".

En Cualedro, los vecinos con una remodelación o construcción de vivienda también han visto como la Mancomunidad de Municipios de Verín les enviaba un recibo por importe de 60 euros, motivado porque los técnicos del catastro revisaron, a pie o con medios aéreos, todo el municipio. Los técnicos interpelaban a los vecinos, pidiéndoles datos sobre la titularidad de las viviendas o haciendo las mediciones oportunas. 

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