Las ventanillas amenazadas en la provincia son las de O Barco, A Rúa, Carballiño y Ribadavia
La amenaza de cierre de las ventanillas de venta de billetes de tren de seis estaciones -cuatro de ellas ourensanas- cayó como un jarro de agua fría en los concellos que la sufren, donde fue considerada como un golpe más al rural gallego. El anuncio del posible acuerdo entre Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) y Renfe fue hecho ayer por la central sindical CGT. El sindicato se refirió a fuentes de las citadas empresas para anunciar la finalización de la venta en O Barco, A Rúa, Carballiño, Ribadavia, Guillarei y Sarria.
A su vez, fuentes de Renfe negaron que haya acuerdo. "Se encuentra en fase de negociación. Predecir lo que vaya a pasar en un futuro es aventurarse", aseguraron.
La central CGT cuantificó en 56.000 los compradores de billetes afectados, habló de una recaudación mensual de 60.000 euros y de 160.000 pasajeros que suben o bajan del tren en las seis estaciones citadas. Expuso.
Fuentes próximas a Adif afirmaron ayer no tener ninguna comunicación oficial, aunque se habla de que la medida, si se aplica, entrará en vigor el 17 de febrero. También mostraron serios recelos respecto a las cifras que maneja el sindicato, pues solo las estaciones de O Barco y A Rúa facturan unos 25.000 euros en un mes normal -sin ser vacaciones-, casi la mitad de la cifra que dio la central.
"La cuestión es si cerramos el rural o no", dijo el alcalde socialista de O Barco, Alfredo García Rodríguez. "La rentabilidad de un servicio no se puede medir solo en euros. Aunque no sea rentable, hay que prestarlo", afirmó. Desde A Rúa, la alcaldesa del BNG, María González Albert, calificó de "indignante" el final de la venta de billetes. "Nos quitan todos los servicios. A política de Renfe é levar todo a través de Internet, pero temos unha poboación envellecida que non o ten. Debemos mobilizarnos e reivindicar os servicios".
El portavoz del PSOE en la Deputación, Francisco Fraga, consideró "intolerable" la medida y anunció una estrategia para afrontar una amenaza que muchos veían venir y que llevó a la diputada de En Marea Alexandra Fernández a pedir, en diciembre, a Fomento "que dea marcha atrás na intención de pechar o servizo de venda de billetes en estacións galegas".
La conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez, aseguraba ayer en el Parlamento que la Xunta estará "vixiante" para que se pongan en marcha medidas que garanticen la prestación del servicio y para que los viajeros dispongan de soluciones sencillas para la compra de billetes, adaptadas a los usuarios más jóvenes, pero también a los mayores, menos habituados a las nuevas tecnologías.
