ACTIVIDADES DE SALUD

Verónica Civeira, coordinadora de salud: "Los colegios piden talleres de salud sexual"

La cordinadora en atención primaria.
photo_camera La cordinadora en atención primaria.
En lo que llevamos de año, el área sanitaria ourensana ha organizado 332 actividades de salud comunitaria de atención primaria con un total de 5.900 participantes

La coordinadora de salud comunitaria en atención primaria, Verónica Civeira Pérez, explica que el objetivo es “acercar la salud a la población de una forma atractiva para el paciente” y, además, “paliar las dolencias más recurrentes en la provincia promoviendo recursos saludables”.

¿En qué consisten estas actividades de salud comunitaria?

Primero voy a explicar cómo nos coordinamos. Yo soy el referente de salud comunitaria en el área. Esto quiere decir que coordino a todos. Las actividades se organizan desde cada servicio de atención primaria, basándonos en las necesidades de educación para la salud que ellos detectan o que las asociaciones y colegios hacen llegar.  A partir de ahí organizamos una serie de actividades que luego, cada zona, tiene que coordinar en los centros de salud.  Lo que se trabajan en estos centros se basa en dos líneas. Por un lado, está la formación escolar donde dichos talleres se acercan a colegios e institutos como nutrición, educación sexual o higiene bucodental. Cada vez los colegios nos piden que se organicen más charlas y talleres de educación para la salud. Ya han participado más de 3.000 niños en lo que va de año. Por otro lado, están las Escuelas de Salud. Esta es una propuesta que iniciamos el 1 de enero para abrir a toda la población charlas para acercar la salud allí donde vive y participa la gente. Desde que se inició esta propuesta han participado más de 2.000 personas.

Indica que según las necesidades que se encuentran, se organizan cursos. ¿Cuáles son las que más se localizan?

Está claro que la promoción, educación y prevención para la salud son importantes. Cada vez hay más enfermedades crónicas y más factores de riesgo por nuestros hábitos de vida. Como profesionales sanitarios, para que la gente tenga herramientas para mantener su salud, nos vemos en la obligación de ofrecerles estas propuestas. Por ejemplo, el taller de suelo pélvico fue una necesidad que nos llegó desde el servicio de matronas de los centros de salud. Gente que después de los partos quedaba sin incontinencia, lo normalizaba y, en estos talleres se informa de que no es así y que se puede prevenir con ejercicios. Todas las actividades son prácticas para orientar mejor a los usuarios.

Las charlas de educación sexual y afectiva, ¿Por qué se realizan?

Todas nuestras actividades están adaptadas según la edad y las necesidades de cada grupo. La demanda suele venir de los servicios de enfermería, médicos o nutricionistas. Ellos son el equipo que notifica la necesidad a tratar. No es lo mismo informar a un niño de sexto de primaria que a uno de 16 años. Por ejemplo, en sexto de primaria se resuelven muchas dudas sobre el desarrollo, identidad de género, a quererse a uno mismo, la comunicación o a saber decir que no.  Hay que romper mitos y, a pesar de que la información es maravillosa, los niños buscan respuestas en páginas de internet donde no deberían. No es muy pronto para actuar, hay que adaptar el programa, únicamente.

¿Cuáles son las actividades que dan más urgencia ofrecer a la población?

Todas las que tengan que ver con factores de riesgo como hipertensión, colesterol, alimentación o ejercicio. Todo se está viendo en los índices de cronicidad y es primordial saber cómo cuidar de la propia salud y entender que estas herramientas no hay que aplicarlas porque me las manda la médica o enfermera, si no para el bien de uno mismo. Por otra parte, destacar un curso que realizamos para enseñar herramientas a personas cuidadoras para que, sobre todo mujeres de más de 80 años, no se estropeen la espalda a la hora de levantar a su pareja de la cama, por ejemplo.

¿Estos programas van dirigidos a una edad concreta?

No. Trabajar y prevenir en salud hay que realizarlo siempre. De hecho, hay que aprender buenos hábitos cuanto más joven se sea. Si desde pequeños entendemos lo que es mejor para nosotros, más probabilidades hay de que seamos sanos en la edad adulta. 

¿Qué le recomendaría a los usuarios para mejorar en su salud?

Caminar un poco cada día y eliminar todos los hábitos nocivos para la salud como fumar o beber. 

¿Cómo podría una persona solicitar ayuda en su centro de salud?

Lo primero es pedir cita con su enfermera. Ella orientará a esa persona. Los casos de consumo de alcohol o tabaco hay que adaptarlos segun las circunstancias del paciente. Pero sobre todo recalcar que, ante cualquier duda, pidan cita sin miedo en su centro de salud para mejor orientación. Lo mismo ocurre con la alimentación. Los nutricionistas de los centros de salud se adaptan a la vida diaria de los pacientes. Los sanitarios educamos en salud.

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