El río Barbaña transcurría ayer por Os Remedios teñido de marrón y desprendiendo un fuerte hedor. El origen de esta situación fue una avería en una pieza del tanque de tormenta (almacena excedente de agua recogido en la red de saneamiento) que impidió el bombeo del líquido hacia la estación depuradora y vertió las aguas residuales y pluviales directamente al río. Según el gerente de Aquagest, Herny Laíño, la cantidad expulsada al Barbaña fue escasa dado que fue un vertido intermitente.
Una avería en una pieza eléctrica del tanque de tormenta de la red de saneamiento situado en Os Remedios provocó ayer un vertido de aguas residuales y pluviales al Barbaña, que tiñó de marrón el río y dejó un fuerte hedor en la zona.
Aunque el vertido ya se podía observr al mediodía, el gerente de Aquagest, Henry Laíño, aseguraba ayer que en el telecontrol de la empresa saltó la alarma sobre las cuatro de la tarde y que el problema quedó subsanado dos horas y media después, una vez que los operarios se desplazaron hasta el lugar del vertido para analizar el fallo y, posteriormente, repusieron la pieza averiada. Pese a que no hay una estimación de la cantidad expulsada al río, el propio Laíño indicó que fue muy poca cantidad dado que el vertido era intermitente e hizo hincapié en que se trataba de aguas residuales muy diluidas con las aguas pluviales.
La avería, que pudo ser causada por una sobretensión eléctrica, según Aquagest, afectó al sistema de bombeo (en la segunda bomba) por lo que el mecanismo no conseguía dar salida hacia el colector a toda el agua almacenada en el tanque de tormenta y de vez en cuando, aliviaba al río, según explicó Henry Laíño. Esta situación obedece a que cuando el sistema detecta una avería se paraliza para que no se estropee la bomba.
Efecto contrario El tanque de tormenta fue instalado, según indicó el concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, cuando se hizo el plan de saneamiento de Ourense (hay más distribuidos por la ciudad) y su finalidad es regular la cantidad de agua que entra en la red. Cuando el colector lleva mucho líquido, normalmente provocado por una gran tromba de agua o días de mucha lluvia, el tanque de tormenta almacena ese excedente para canalizar la cantidad de agua que sigue hacia la depuradora, evitando así problemas como que se pueda romper la tubería. Y cuando la situación se normaliza, el sistema de bombeo del tanque vuelve a meter el agua en el colector para enviarla a la estación depuradora.
La avería en la pieza eléctrica del tanque de tormenta de Os Remedios impidió, precisamente, ese bombeo y al no dar salida al agua almacenada hacia el colector empezó a verterla directamente al río Barbaña en vez de enviarla hacia la depuradora.
ANTECEDENTES
Vertidos de Adif y el IES Portovello
El vertido al río Barbaña en Os Remedios se produce cuando todavía colean los 50.000 litros de gasóleo que Adif expulsó a la red de saneamiento de la ciudad a finales del pasado mes de abril. El combustible se había escapado de uno de los depósitos que la Administradora de Infraestructuras Ferroviarias tiene en la Estación Empalme y que desembocó en una sanción impuesta por el Concello de Ourense por importe de 12.000 euros. Cuando no había transcurrido ni un mes de estos hechos, los técnicos municipales de Medio Ambiente y de Aquagest identificaron la llegada de un nuevo vertido de gasóleo (aproximadamente 1.000 litros) a la depuradora de Reza. En este caso, el hidrocarburo procedía de la caldera del Instituto de Enseñanza Secundaria Portovello.
Aunque el vertido ya se podía observr al mediodía, el gerente de Aquagest, Henry Laíño, aseguraba ayer que en el telecontrol de la empresa saltó la alarma sobre las cuatro de la tarde y que el problema quedó subsanado dos horas y media después, una vez que los operarios se desplazaron hasta el lugar del vertido para analizar el fallo y, posteriormente, repusieron la pieza averiada. Pese a que no hay una estimación de la cantidad expulsada al río, el propio Laíño indicó que fue muy poca cantidad dado que el vertido era intermitente e hizo hincapié en que se trataba de aguas residuales muy diluidas con las aguas pluviales.
La avería, que pudo ser causada por una sobretensión eléctrica, según Aquagest, afectó al sistema de bombeo (en la segunda bomba) por lo que el mecanismo no conseguía dar salida hacia el colector a toda el agua almacenada en el tanque de tormenta y de vez en cuando, aliviaba al río, según explicó Henry Laíño. Esta situación obedece a que cuando el sistema detecta una avería se paraliza para que no se estropee la bomba.
Efecto contrario El tanque de tormenta fue instalado, según indicó el concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, cuando se hizo el plan de saneamiento de Ourense (hay más distribuidos por la ciudad) y su finalidad es regular la cantidad de agua que entra en la red. Cuando el colector lleva mucho líquido, normalmente provocado por una gran tromba de agua o días de mucha lluvia, el tanque de tormenta almacena ese excedente para canalizar la cantidad de agua que sigue hacia la depuradora, evitando así problemas como que se pueda romper la tubería. Y cuando la situación se normaliza, el sistema de bombeo del tanque vuelve a meter el agua en el colector para enviarla a la estación depuradora.
La avería en la pieza eléctrica del tanque de tormenta de Os Remedios impidió, precisamente, ese bombeo y al no dar salida al agua almacenada hacia el colector empezó a verterla directamente al río Barbaña en vez de enviarla hacia la depuradora.
ANTECEDENTES
Vertidos de Adif y el IES Portovello
El vertido al río Barbaña en Os Remedios se produce cuando todavía colean los 50.000 litros de gasóleo que Adif expulsó a la red de saneamiento de la ciudad a finales del pasado mes de abril. El combustible se había escapado de uno de los depósitos que la Administradora de Infraestructuras Ferroviarias tiene en la Estación Empalme y que desembocó en una sanción impuesta por el Concello de Ourense por importe de 12.000 euros. Cuando no había transcurrido ni un mes de estos hechos, los técnicos municipales de Medio Ambiente y de Aquagest identificaron la llegada de un nuevo vertido de gasóleo (aproximadamente 1.000 litros) a la depuradora de Reza. En este caso, el hidrocarburo procedía de la caldera del Instituto de Enseñanza Secundaria Portovello.
